Opinión | Tribuna

La supervivencia de la prensa

«Qué mejor que un buen periódico para tener el libre acceso a la información que nos permita ese civilizado intercambio de ideas y pareceres, incluso desde la discrepancia»

No parecen tiempos fáciles, en realidad nunca lo son, pero algunos seguimos creyendo que uno de los antídotos, sino el único sí uno muy importante, para algunas de las amenazas que se ciernen sobre nuestro modelo de sociedad es la defensa de la libertad de expresión y de opinión. Sobre ambos reposa buena parte de la salud democrática de nuestra sociedad. Nuestra Constitución así lo recoge en su artículo 20 que dedica a la libertad de expresión. La libertad de expresión y opinión, con todas las salvaguardas legales y en especial aquellas referidas al derecho al honor, es también el derecho que los ciudadanos tenemos a recibir una información veraz y fiable. Y esta información nos llega a través del llamado cuarto poder, la prensa. La prensa tiene el deber de informarse y de informarnos y es este, el de la libertad de prensa, un derecho fundamental que permite a la sociedad tener información verídica y diversa, no sujeta a censuras y condicionantes más allá de los preceptos legales que puedan regular estos derechos.

He sido y soy un atento lector de periódicos, aunque a veces no disponga de todo el tiempo que para ello me gustaría, y asisto ahora preocupado al ruido que se genera con respecto al mal uso de las libertades arriba reseñadas. Sin duda las redes sociales y todo ese universo relacional que se aloja en la globosfera , con todas sus ventajas, virtudes y oportunidades, contribuye como nadie a esta situación. Sea en formato papel o en digital, la prensa la hacen los periodistas, los profesionales de la información. Al igual que en su momento el surgimiento del e-reader y del ebook parecieron amenazar la propia existencia del libro, hoy lo digital se convierte en una seria amenaza para la prensa sobre papel. Del mismo modo que los libros han sobrevivido a aquella irrupción , la prensa va a sobrevivir a la presión de las redes. Es cierto que tengo más dudas sobre la supervivencia del papel en este caso. Pero no es momento ahora de ser agoreros, sino de celebrar. De celebrar y felicitar a los profesionales de La Opinión de Málaga que cumple ahora sus primeros veinticinco años de existencia. Tiempo también de agradecer que, además de acompañarnos diariamente en estas dos décadas y media, nos hayan ayudado a comunicar e informar a los ciudadanos de Málaga sobre la actividad que en su servicio y beneficio se desarrolla desde los centros que gestiona la Agencia.

Decía Stuart Mill que «solo a través del libre intercambio de ideas se puede llegar a la verdad y al progreso». Qué mejor que un buen periódico para tener el libre acceso a la información que nos permita ese civilizado intercambio de ideas y pareceres, incluso desde la discrepancia. ¡Feliz Información!