Espectáculos

Cirque du Soleil: tras el telón también hay magia

La Opinión se adentra en el backstage de la función más icónica de la compañía, renovada ahora como «Alegría, bajo una nueva luz». El espectáculo está en el escenario pero también detrás de él

Vestuario de los artistas.

Vestuario de los artistas. / C.L.

Chaima Laghrissi

Chaima Laghrissi

Viernes, 16.00 horas. Faltan apenas cuatro horas para que la carpa del Circo del Sol en el recinto ferial de Málaga abra sus puertas y deleite a los malagueños con su icónico show renovado, Alegría, bajo una nueva luz. En el exterior todo está listo para recibir a los cientos de espectadores disfruten de este pase. Sin embargo, el verdadero espectáculo ya ha comenzado tras bambalinas, donde la magia del circo cobra vida.

Técnicos, artistas y personal de vestuario se mueven a un ritmo frenético ultimando detalles en el backstage. Entre los murmullos en varios idiomas, se puede observar a los acróbatas entrenando con su aro aéreo o a contorsionistas estirando sus cuerpos en poses que desafían la imaginación.

El departamento de vestuario es un hervidero de actividad. Nuevos trajes, diseñados para esta versión reinventada de Alegría, cuelgan listos para ser usados. Los diseñadores ajustan los últimos detalles, asegurándose de que cada pieza encaje perfectamente. Cada prenda, cada accesorio, ha sido cuidadosamente pensado para transportar al espectador a ese reino imaginario donde la trama se desarrolla: «Hemos mantenido la esencia del show original, pero rehaciendo los trajes», cuenta uno de los guías de este tour por las bambalinas de la función.

Personal de vestuario del Cirque du Soleil ultimando los detalles de la primera función malagueña de «Alegría-bajo una nueva luz».

Personal de vestuario del Cirque du Soleil ultimando los detalles de la primera función malagueña de «Alegría-bajo una nueva luz». / Chaima Laghrissi

En este espectáculo participan 54 artistas de 17 nacionalidades; entre ellos, dos españoles apodados Los Pablos. Pablo Bermejo y Pablo Gomis son viejos amigos. Ambos estudiaron Artes Escénicas y Arte Dramático en la Universidad de Murcia. La vida volvió a cruzarlos en 2012, cuando Bermejo recibió la llamada de Cirque du Soleil, para convertirse en el payaso compañero de su amigo, Pablo Gomis. En 2019, los dos amigos aceptaron crear nuevos números cómicos para el renacimiento de Alegría. Su actuación se ha convertido en parte de lo más destacado de la producción, rompiendo la cuarta pared y conmoviendo a audiencias de todas las edades. La química entre los dos artistas es evidente. Su papel en Alegría es el de dos aristócratas tontos, sin nariz roja ni trajes clásicos de payaso: «Somos como el tonto y el más tonto dentro de este reino fantástico. Nuestra historia se desarrolla a lo largo del espectáculo, aportando locura y tontería», comenta Bermejo. La rutina de Los Pablos varía dependiendo de la función y los pases de cada noche: «Calentamos la voz cantando, bromeamos y hacemos un poco de ejercicio», explica Gomis. Sin embargo, su día a día en el circo también incluye actividades menos convencionales. «Jugamos al voleibol con los rusos del circo, aunque yo me torcí el tobillo y estuve fuera del espectáculo por dos semanas», añade con una sonrisa Bermejo.

A la pregunta de cómo es la vida en el circo, Bermejo cuenta que «los contratos son anuales, y tenemos lo que llaman annual leave, un descanso más largo que usamos para visitar nuestras ciudades y familias». Ambos viajan con sus parejas, quienes también forman parte del equipo del circo, trabajando en vestuario y cocina.

Los dos Pablos coinciden cuando les preguntamos qué se puede esperar de esta nueva versión de Alegría: «Los malagueños verán algo que probablemente no han visto antes en su vida. Un espectáculo que les conmoverá y les hará sentir muchas emociones».

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