Opinión | Lectores

L.O.

Cartas al director

'«Ojalá me llegue la muerte de España»', por Martín Sagrera Capdevila

Así expresaban su deseo de no morir, hace pocos siglos, los italianos de las regiones dependientes de España, porque nuestra burocracia eternizaba cualquier trámite. Todavía hoy sufrimos en parte esa lentitud administrativa también los que desean morir aquí, conforme a la ya vigente ley de eutanasia. Porque casi un tercio de los solicitantes mueren mientras se tramita esa prestación, que demora unos 75 días, cuando, al máximo, debía resolverse en 35; demora que daña tanto a las personas como a sus familias. Al menos, al final, ¡un poco más de humanidad!

'La piedra angular de la «singularidad»', por Miguel Fernández- Palacios Gordon

Hace lustros que España necesita un nuevo modelo de financiación autonómica. Esto lo saben Feijóo y hasta el Papa de Roma. De hecho, fue Feijóo quien en 2012 prometía «no descansar hasta lograr una nueva financiación autonómica», y en 2016 reiteraba que era difícil «explicar que a Cataluña no se le dé un concierto económico cuando lo tienen vascos y navarros, estoy de acuerdo. Estas cosas se pueden cambiar, plantear y discutir». No es tarea fácil ni cómoda, pero el modelo está caduco y debe revisarse. Así que, a ello, sin «descansar», hiperventilar ni rasgarse las vestiduras, sino con propuestas realistas y solidarias entre territorios. Y las comunidades, como la de Madrid que, gracias a su capitalidad, con una mano hacen dumping fiscal despojando deslealmente riqueza al resto de comunidades al bajar impuestos a ricos y grandes empresas a costa de recortar sanidad y educación, mientras que con la otra exigen más financiación, deberían verse contundentemente perjudicadas por su vileza.