Opinión | Tribuna

Cambio de ritmo

Antes que nada, quiero aprovechar estas líneas para felicitar a La Opinión de Málaga por estos 25 años. Y esta felicitación no solo la hago extensiva a quienes componen la foto fija del periódico en el día de hoy, sino a todos los que han formado parte de esta ya histórica cabecera desde que naciera en un lugar tan visible como la calle Granada.

En estas dos décadas y media la sociedad ha cambiado mucho. Vivimos en una constante revolución tecnológica en la que se empezó a hablar de redes sociales hace algo más de una década, aplicando el término 2.0 del que apenas ya nadie habla hoy. Todo va tan rápido que ahora empezamos a tener temor de lo que la inteligencia artificial sea capaz de hacer, porque lo que a principios de los 2000 era protagonista en películas de ciencia ficción hoy es una realidad.

Y si la sociedad ha cambiado, no lo ha hecho menos la ciudad de Málaga. La Málaga de 1999 poco tiene que ver con la de ahora. Había pocos hoteles, el puerto aún tenía esos enormes silos en lo que hoy es el Palmeral de las Sorpresas, y se podía pasear sin problemas por casi todo el recinto sin apenas gente y escuchando el sonido de las gaviotas y oliendo a salitre. Estábamos al inicio del llamado ‘boom inmobiliario’ que alteró el paisaje de casi todo el litoral de la provincia para siempre, ayudando también a incorporar a decenas de nuevos administradores de fincas a la profesión por la demanda de profesionales tan elevada que existe desde entonces.

Pero la ciudad empezó a cambiar al ritmo, o incluso a mayor ritmo, de la sociedad. Y eso nos ha obligado también a evolucionar a los Administradores de Fincas. ¿Quién nos iba a decir que en una ciudad donde el número de hoteles era reducido hace 25 años, hoy íbamos a tener 144 establecimientos con más de 100.000 plazas, además de 40.000 viviendas turísticas en la provincia? Viviendas turísticas que, por cierto, han cambiado muchas comunidades de propietarios y, en consecuencia, la demografía de muchos barrios.

Por cierto, que en estos 25 años, la Ley de Propiedad Horizontal, que es la que rige el ordenamiento de las comunidades de propietarios y está vigente desde 1960, ha sufrido nueve modificaciones puntuales para adaptarla a los tiempos actuales, y está pendiente de recibir una destacada reforma este año. Esperemos que cuando celebremos el 50 aniversario de La Opinión de Málaga podamos decir que tenemos una nueva legislación adaptada, por completo, a los tiempos modernos.

La informática ha sido un aliado con el que hemos tenido que adaptarnos. Se ha digitalizado el mundo, y se han digitalizado los despachos de los administradores de fincas. Los cambios no esperan a nadie, y aquí el único camino es el de adaptarse para ofrecer un excelente servicio a los clientes, que al final, para nosotros, viene a ser casi el 80% de la población.

Y aunque surgen nuevos modelos de negocio en torno a la Administración de Fincas, el trato entre personas sigue siendo clave. No podemos alejarnos de esta relación creando vínculos artificiales donde la persona que pone parte de la gestión de sus bienes más preciados en manos de un tercero, y no sepa con quién está hablando.

Pero ya que estamos de cumpleaños, y sin ser ni mucho menos quien sopla las velas, me gustaría pedir algunos deseos. Los primeros para mis compañeros, y que repercute directamente en la sociedad, es que podamos trabajar para que nuestra actividad vaya poco a poco adaptándose a unos horarios racionales y podamos ir adelantando las reuniones en horario de mañana gracias a que el Estatuto de los Trabajadores incluya permisos para acudir a las mismas como derechos de los empleados. Y para la provincia de Málaga espero que se desarrollen unas infraestructuras de comunicaciones acordes al siglo XXI y a uno de los centros urbanos más importantes de España, con el desarrollo de, entre otros, un sistema ferroviario que una completamente la Costa del Sol, al tiempo que se mejore una red de carreteras que se ha quedado pequeña a la vista de las permanentes retenciones que se producen cada día y que padecen miles de conductores en distintos puntos de la provincia.

Sin más, reitero desde esta líneas mi felicitación en nombre de todos los administradores de fincas colegiado de la provincia de Málaga y os deseo muchos éxitos en el futuro.