Opinión | Tribuna

El oasis de Málaga

«Una de las misiones de los arquitectos es garantizar la mejora de la calidad de vida y la salud de las personas a través de nuestro trabajo»

Málaga ha experimentado una evolución tan positiva que incluso se le ha llegado a calificar como un oasis. En los últimos 25 años, ha pasado de ser una ciudad poco competitiva en términos turísticos, en comparación con otros municipios de la Costa del Sol, a convertirse en un destino de primer nivel para vivir, trabajar y visitar.

La primera clave de este éxito es el turismo. Málaga batió en 2023 su récord histórico de turistas: 14 millones, un millón más que en 2019, año del anterior máximo alcanzado. Este incremento también se tradujo en ingresos sin precedentes por esta actividad: 19.137 millones, 5.000 millones más que antes de la pandemia. La ciudad se ha posicionado como un destino turístico de primer nivel, no sólo como oferta de ocio y de gastronomía, sino que ha evolucionado y mejorado gracias a la pujanza y consolidación de otros sectores como el cultural y el tecnológico, convirtiéndose además en puerta de entrada para el resto de la provincia y de Andalucía.

Segunda clave, las exportaciones. Málaga superó el pasado año su mejor marca y se fue hasta los 3.222 millones de euros. Fue la provincia andaluza que más creció en este capítulo y lo hizo en buena medida basada en su sector más fuerte: el agroalimentario. Francia, Italia y Portugal son sus principales mercados.

Y la tercera ha sido la pujanza tecnológica, con la captación y creación de empresas localizadas en el Parque Tecnológico y en la provincia. A principios del año pasado, se anunció que 72 compañías internacionales se habían establecido en la capital durante los últimos cuatro años, 39 de ellas estaban relacionadas con el sector tecnológico. El centro de ciberseguridad de Google, instalado a finales de 2023, ha sido el hito más reciente.

Este crecimiento ha transformado la ciudad y evolucionado junto con el resto de la provincia hacia un modelo territorial que pone de manifiesto nuevas necesidades de movilidad y conectividad, donde las infraestructuras cobran relevancia, pues vertebran y comunican la provincia con el resto de Andalucía y a la vez, nuevas necesidades, como la mejora en la red ferroviaria de la Costa del Sol y el Tren Litoral. Las dotaciones actuales son insuficientes y la solución tiene que venir de la mano del desarrollo del planeamiento, con grandes proyectos de infraestructuras a tenor de los realizados en los últimos 25 años: Hiperronda, autopista de las Pedrizas, Estación María Zambrano y llegada del AVE, ampliación del Aeropuerto, del PTA, el metro, etc.

En cuanto a la evolución cultural y urbana transformadora de la ciudad, ha tenido especial relevancia la llegada y ampliación de la oferta museística a raíz del Museo Picasso Málaga, que fue un auténtico revulsivo, y posteriormente con el Centre Pompidou Málaga, única sede fuera de Francia, el Museo Carmen Thyssen o el Museo de Málaga, contribuyendo además a la rehabilitación de edificios singulares existentes, la creación de otros nuevos y la regeneración de las áreas urbanas de influencia, y en concreto de su centro histórico. De especial importancia, como proyectos transformadores para la ciudad, han sido las intervenciones en calle Larios, Alameda principal, calle Carretería y calle Álamos, así como la ampliación de la Universidad, el Palacio de Ferias y Congresos, la Ciudad de la Justicia y la integración Puerto-Ciudad.

Quedan desafíos por delante, como el tercer hospital, el espacio del Astoria o la intervención en los Baños del Carmen, entre otros.

Este crecimiento de la economía malagueña y de Málaga como ciudad capaz de atraer talento, ha traído también un efecto colateral de especial importancia, el aumento del precio de la vivienda. A pesar de la recuperación del ritmo del sector de la construcción, hemos observado que del notable incremento de viviendas visadas en los últimos trimestres, no se han registrado viviendas de protección oficial (VPO), viviendas a precio asequible, para dar respuesta a la demanda creciente del ciudadano. La capital ha comenzado el año registrando máximos históricos: 3.384 euros el metro cuadrado.

La atracción de talento tiene un lado positivo y un riesgo, la gentrificación. Este fenómeno se extiende por otras ciudades, con marcados incrementos del valor del suelo y ruptura de la integración social, llegando incluso a la pérdida de la identidad de la ciudad. Es un gran reto y debe ser clave en la estrategia de futuro para Málaga, mediante la difusión de buenas prácticas hacia la sociedad y el medioambiente, y el respeto por el patrimonio local.

Una de las misiones de los arquitectos es garantizar la mejora de la calidad de vida y la salud de las personas a través de nuestro trabajo. Tenemos un compromiso expreso para potenciar en nuestro sector, y conseguir un entorno construido más sostenible y saludable, afrontando retos como la descarbonización del parque edificado, impulsando la rehabilitación y la regeneración urbana.

La Opinión de Málaga nos ha proporcionado información sobre todos estos aspectos con el rigor que siempre ha caracterizado a su plantilla, siguiendo el legado del primer director del periódico, Joaquín Marín, y continuado por sus dignos sucesores: Tomás Mayoral, Juande Mellado y José Ramón Mendaza. Enhorabuena a todos los que han formado parte de la familia de La Opinión de Málaga en estos 25 años.