Medio ambiente

Un tesoro natural de 120 años en plena Marbella

Los plátanos del paseo de La Alameda se plantaron al final del siglo XIX

A pesar de no ser una especie autóctona, los ejemplares se han adaptado a las condiciones climáticas de la localidad. El colectivo social Marbella Activa pide ahora su protección ante las «tendencias políticas urbanas» en la ciudad

Parte de los centenarios plátanos de sombra que circundan el paseo de La Alameda.

Parte de los centenarios plátanos de sombra que circundan el paseo de La Alameda. / L. O.

Fueron plantados entre finales del siglo XIX y principios del XX y, aunque no forman parte de la vegetación autóctona de la cuenca del mar Mediterráneo, se han adaptado a las condiciones climáticas del municipio de tal modo que se han convertido en testigos mudos de su desarrollo minero y turístico.

Los cerca de 25 plátanos de sombra ubicados en el paseo de La Alameda y su entorno se plantaron con motivo de la remodelación general del simbólico emplazamiento de Marbella y del tramo de carretera que ahora, rebautizado como avenida Ramón y Cajal, atraviesa el centro histórico del núcleo urbano, según un estudio del doctor en Historia del Arte, Francisco Javier Moreno.

Fueron unas obras cuyo objetivo era embellecer la entrada a Marbella como establecía la política urbanística que primaba en aquella época.

Más de 120 años después de su plantación, el colectivo social Marbella Activa pide que los plátanos de sombra, especie que puede alcanzar una antigüedad de 300 años, sean catalogados como Arboleda Singular y protegidos como Bienes de Interés Natural ante el temor de que puedan ser «molestos para las tendencias políticas urbanas actuales».

En la memoria aún perdura el recuerdo de la remodelación del paseo de La Alameda que trató de ejecutar el Ayuntamiento a inicios de 2023 y que paró tras una protesta que concitó a unos 250 vecinos; o la polémica reordenación de las zonas verdes de otro emplazamiento icónico de Marbella, la plaza de Los Naranjos, en 2021.

«Estos árboles actúan como un sumidero del dióxido de carbono que se produce en la ciudad, ayudan a reducir la contaminación visual, acústica y atmosférica y hacen que los niveles de contaminación del aire en Marbella sean más bajos que los de ciudades de su mismo tamaño. Actúan también como corredores verdes en los cascos urbanos, cada vez más necesarios ante la crisis climática», señala el colectivo.

El catedrático de Geografía de la Universidad de Granada, el sampedreño José Gómez Zotano, destaca que los plátanos de sombra «son uno de los elementos arbóreos más utilizados en paisajismo por su gran valor ornamental, pero, lamentablemente, es cada vez más infrecuente su utilización en plantaciones lineales asociadas a carreteras por la falsa creencia de que suponen un peligro para la seguridad vial».

«Sin embargo, esta especie de árbol presenta unas características que hacen más agradable los trayectos por las vías de tráfico. De ahí que se hayan consolidado en el paisaje ‘rururbano’ de España», señala.