Economía

Gambas y boquerones compensan las pérdidas en el sector pesquero

Muchos armadores y tripulantes aún no han cobrado ayudas de 2023 por paros biológicos y vuelve a planear la sombra del cierre de algunos caladeros

El puerto pesquero de Caleta de Vélez se mantiene como el más productivo de toda la provincia.

El puerto pesquero de Caleta de Vélez se mantiene como el más productivo de toda la provincia. / F. E.

Fran Extremera

Fran Extremera

Hay gambas y boquerones en la bahía de Málaga como nunca antes en muchas décadas. El combustible bonificado para los barcos de pesca ha bajado a 70 céntimos, frente a los elevados precios que casi hicieron inviable la posibilidad de faenar tras la invasión de Ucrania, pero el sector pesquero en la provincia está en términos generales «peor que hace un año».

Si bien es cierto que la Junta de Andalucía ha anunciado hace unos días nuevas ayudas para este sector, después de haber luchado ante Bruselas para que no se vuelvan a recortar los días para faenar en el Mediterráneo, los portavoces de los armadores no ocultan su decepción porque para ciertas variedades aún no se han cobrado las cantidades pactadas por paros biológicos cumplidos en 2023.

Además, después de cinco meses, este lunes han empezado a faenar los barcos que se dedican a la pesca de la chirla o la coquina y se han encontrado con la desagradable sorpresa de que hay un caladero, frente a las costas de Torrox, con dos análisis positivos por presencia de la bacteria E-coli. «No sabemos si se trata de una avería, pero de momento Axaragua nos ha dicho que no hay constancia de ninguna», relata uno de los pescadores consultados.

La presidenta de la Federación de Cofradías de Pescadores de Málaga, Mari Carmen Navas, que a su vez es desde hace tres años vicepresidenta de la Federación nacional, confirma este aspecto. Indica que hay dos caladeros en los que de momento no se puede faenar. En el sector 309, a la altura de El Morche, por E-coli, y en el 308 se ha pasado a la zona B, de manera que se exige que las capturas deban ser depuradas antes de su comercialización.

«Tenemos constancia de dos análisis y se van a seguir haciendo en los próximos días nuevos controles, pero es un nuevo contratiempo para quienes han empezado esta semana a faenar después de estar parados desde el mes de febrero», alega esta portavoz provincial en relación a estas inesperadas incidencias.

Sin noticias de la nueva lonja

Navas también pone el acento en las inversiones pendientes y comprometidas. Por ejemplo, en el caso del puerto pesquero de Caleta de Vélez, el más productivo de la provincia y uno de los punteros en Andalucía desde hace décadas, el acuerdo suscrito a principios de esta década para construir una nueva lonja sigue sin resolverse.

«Estamos cuatro años después a la espera de que se pueda hacer realidad un proyecto que fue en su día consensuado, con sus correspondientes líneas de ayudas. Hemos cumplido a la hora de desarrollarlo con las exigencias en materia sanitaria, tanto par la lonja provisional que se iba a utilizar mientras se hacía realidad la construcción de una nueva. Pero no hay avances significativos», denuncia la propia presidenta provincial de este colectivo.

Por el momento, la provincia mantiene en activo unas 250 embarcaciones, aunque cada vez hay «más armadores preguntando sobre las posibles ayudas que se ofrecen para el desguace. Si no ha mermado la flota es porque muchos no quieren malvender sus barcos y están a la espera de ver cómo superan este nuevo año», manifiesta Navas.

Armadores e integrantes de las tripulaciones también exigen una mayor previsión a la hora de establecer los calendarios de las distintas paradas biológicas. A primeros de mes, por ejemplo, se ha detenido por sorpresa la pesca del pulpo, justo a las puertas de la temporada estival, que permite la comercialización al alza de este tipo de variedades. E igualmente sin planificación aparente, a principios de mayo se abrieron líneas de ayudas para el marisco y el cerco. En este último cupo hay unas 14 embarcaciones sólo en Caleta de Vélez. Y en el marisco son otra docena de embarcaciones. Con plazos «muy reducidos», esa coincidencia complica «la labor administrativa».

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