Una organización robó más de 200 coches híbridos para venderlos en Europa y África

Una operación internacional ha culminado con la detención de 25 personas en España, Francia y Polonia por su presunta implicación en el robo y falsificación de vehículos para su posterior comercialización en países de Europa y África. El líder es un ciudadano mauritano asentado en Francia y su mano derecha en Bruselas, pero la mayoría de los arrestos (19) se han producido en España, donde la organización tenía a sus máximos exponentes en Málaga y Madrid. Según ha informado la Guardia Civil, estos dos hombres, ambos marroquíes, eran los que ordenaban las marcas y modelos había que sustraer, suministrando las documentaciones, números de bastidor que había que grabar en los mismos y las matrículas francesas falsificadas que había que colocarles. El grado de falsificación era tan bueno que eludían sin problemas los controles policiales y aduaneros, incluso en exportaciones fuera de la UE, han indicado. La investigación determina que sustrajeron y falsificaron 217 vehículos híbridos de alta gama con especial demanda en Mauritania y Polonia.

Localizados dichos vehículos, se valían de herramientas informáticas y software maliciosos desarrollados por el propio grupo para alterar las medidas de seguridad del fabricante y arrancar el vehículo en pocos minutos sin necesidad de forzarlos. Tras un periodo de 'enfriamiento, como policialmente se conoce su ocultación para evitar cualquier tipo de geoposicionamientol, los coches eran modificados en sus registros físicos, como número de bastidor y adhesivos identificativos de fabricante, haciéndolos coincidir con vehículos legales matriculados en Francia.

Transporte

Cumplida esa fase, llegaba el momento del transporte. La Guardia Civil ha explicado que la organización utilizaba empresas de transporte de vehículos por carretera, normalmente españolas y lituanas, para trasladarlos a los principales puertos franceses, donde eran embarcados hacia Mauritania o Senegal. De la misma manera, varios de los vehículos eran conducidos por miembros del grupo hasta distintas localidades de Polonia, donde eran introducidos en el mercado a través de empresas de compraventa de vehículos de ocasión.

La investigación arrancó en noviembre del 2021, cuando la Unidad Central Operativa (UCO) detectó el envío por carretera de cuatro vehículos sustraídos en Madrid con destino a un puerto de la costa atlántica francesa. Los cuatro coches tenían características comunes. Eran híbridos de alta gama, portaban matrículas francesas falsificadas y ninguno de ellos presentaba signos de forzamiento. A partir de aquí, la Guardia Civil se coordinó con las autoridades policiales de Francia, Bélgica, Polonia y Austria para conocer tanto el destino final de los vehículos.