Sequía

La Concepción y La Viñuela aseguran el consumo estival de agua de toda Málaga

Las grandes presas del litoral permiten afrontar con garantías la temporada alta, aunque los ayuntamientos redoblan sus esfuerzos para hallar sondeos

Vista panorámica del embalse de La Concepción, el que mayor porcentaje de agua almacena de toda la provincia en este momento.

Vista panorámica del embalse de La Concepción, el que mayor porcentaje de agua almacena de toda la provincia en este momento. / L. O.

Fran Extremera

Fran Extremera

Arrancó la temporada estival en la Costa del Sol y, pese a la pertinaz sequía, las lluvias del pasado mes de marzo aportaron caudal a los embalses del litoral, los de La Concepción y La Viñuela, de manera que el consumo está garantizado de Manilva a Nerja al menos hasta el otoño. La Junta de Andalucía recuerda que estas dos presas suman 67,5 de los 150 hectómetros cúbicos que acumulan los siete pantanos de la provincia malagueña.

Es cierto que en el conjunto de todos los embalses la situación es peor que la de hace 12 meses. Sin embargo, en las dos presas reseñadas, situadas junto al término de Marbella y en el corazón de la comarca de la Axarquía, ese registro actual contrasta con los 52 hectómetros cúbicos que de manera conjunta mantenían hace justo un año. Es decir, dispone el litoral de 15 hectómetros más que al inicio de julio de 2023.

Es un factor bastante positivo, si bien es cierto que no oculta la preocupación generalizada de los grandes ayuntamientos por encontrar nuevos recursos. La sequía sigue ahí y las medidas para ahorrar caudal permanecen en vigor, pese a que de manera condicionada hayan podido rellenarse las piscinas.

Los consistorios siguen a la caza de nuevos recursos. Con la colaboración de la Junta de Andalucía, de la que depende la gestión de las cuencas en la comunidad autónoma, los técnicos trabajan a destajo para mejorar antiguos sondeos que durante décadas no fueron necesarios o encontrar pozos de agua allí donde hasta ahora no se habían buscado.

Vélez-Málaga, Fuengirola o Estepona son tres de los grandes municipios malagueños en los que se trabaja desde principios de este año en ese sentido. Pero la propia Junta relata que también se han dotado de más recursos nuevos proyectos incluidos en el cuarto decreto de sequía, aprobado igualmente en las primeras semanas de 2024. n

Para dar cuenta de que la situación en la Costa del Sol ha mejorado con las lluvias de Semana Santa, basta con recordar un aspecto en el que incidió el presidente de la Mancomunidad de Municipios del litoral occidental, Manuel Cardeña. Hace 12 meses se recurrió a adquirir para Acosol caudal procedente del Campo de Gibraltar. Fue una medida que no alivió en exceso la situación precaria en La Concepción, debido a que el agua no tenía la calidad esperada. Pero un año después no será necesario este tipo de trasvase.

No obstante, las autoridades insisten en que las garantías hídricas para este verano no deben ocultar la realidad que vive la provincia desde hace ya tres años. Y es que las precipitaciones son deficitarias sobre la media histórica. Además, los inviernos son cada vez más cálidos, como demostraron los primeros meses de este año. No hubo un enero con mayor temperatura media en toda la serie, desde que hace más de medio siglo existen registros.

La Agencia Estatal de Meteorología ha alertado asimismo de que este verano será más cálido de lo habitual, o que registrará menos precipitaciones de lo que dictan las medias históricas. Hay incluso un 70% de probabilidad de que el periodo estival que acaba de comenzar se encuentre dentro del 20% de los de mayores temperaturas medias en toda la serie histórica.

La Junta de Andalucía ha permitido para estos meses de verano riegos excepcionales para poder salvar cultivos con distintas variedades de árboles tanto en el Guadalhorce (cítricos) como en la comarca de la Axarquía (subtropicales). Pero son caudales limitados, cuya principal misión es la de ser combinados con aguas salinas de pantanos como el Guadalhorce, donde deben mezclarse con las de otras presas del entorno, o con caudales procedentes de depuradoras, como ocurre en el litoral oriental.

Incluso el olivar de la Vega antequerana trabaja en un proyecto para poder reutilizar aguas regeneradas, al objeto de fortalecer en plena sequía la productividad de miles y miles de hectáreas de cultivo. La falta de lluvias ha mermado de manera muy significativa la producción de aceite de oliva, de manera que las contrataciones han caído también a mínimos históricos durante las campañas de recolección.

El panorama no invita al optimismo a medio y largo plazo, pero al menos las autoridades consideran como positivo que pueda salvarse la temporada alta, uno de los periodos que en términos económicos equilibra otras balanzas deficitarias a lo largo y ancho de toda la Costa del Sol.

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