Málaga prolonga este año su récord de exportación pero la sequía matiza su éxito

Las exportaciones de Málaga siguen exhibiendo en este 2024 cifras récord tanto en ventas como en compañías que venden a nivel internacional de forma continuada, un elemento que supone el mejor termómetro para medir el nivel de apuesta real del empresariado de la provincia por el comercio exterior. Las cifras de la Agencia Empresarial para la Transformación y el Desarrollo Económico (Trade) y del ICEX reflejan que Málaga ha contabilizado en el primer cuatrimestre del año un total de 1.103 millones de euros con una subida del 5,7% respecto al ejercicio anterior. De seguir esta progresión, el volumen a final de año estaría en torno a los 3.400 millones, pulverizando el techo del año pasado (3.322).

El auge de exportaciones en Málaga es más palpable si se recuerda que en 2007, en pleno boom económico, Málaga exportaba sólo unos 1.000 millones al año. La larga crisis que estalló en 2008 motivó un cambio de estrategia en el empresariado malagueño que, en aquella época, fiaba casi todo su negocio al mercado interno. Desde entonces, se ha triplicado el volumen exportador.

La alegría en este 2024, sin embargo, no es completa porque las empresas, y en especial las del pujante sector agroalimentario (que concentra el 50% de toda la exportación malagueña) saben que las cifras de ventas están muy condicionadas por la sequía. Y es que el campo está exportando menos mercancía que en años anteriores por la sencilla razón de que las cosechas han sido muy bajas pero es precisamente la escasez de producto lo que está provocando que los precios se disparen en el mercado internacional, sobre todo el del aceite de oliva, constituido en el ‘oro verde’ de la agricultura local.

Así, el agro de Málaga ha exportado hasta abril 624 millones, con un crecimiento del 25,9% y la clave de este avance es, ante todo, el gran tirón del aceite de oliva (247 millones y una subida del 67%), que se afianza como el primer alimento exportado por encima de los aguacates, que también crecen un 15,5% (133 millones).

Cosechas a la baja

Tanto la patronal agraria Asaja como la asociación de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía vienen advirtiendo de que la subida de las ventas se debe casi en exclusiva a los altos precios y que, tras el gran aumento de los costes de explotación en estos años de alta inflación, los beneficios reales de los productores no han crecido.

«Las cosechas han sido menores y los gastos de las explotaciones se han disparado. El aumento del volumen de negocio se explica así, principalmente, por el alto precio que ha alcanzado el aceite de oliva. Tras la enorme sequía que hemos vivido, se han registrado cuotas de producción insignificantes, principalmente en el olivar y los productos herbáceos, con una enorme superficie de cultivo que se ha quedado sin cosechar», señalaba hace unos días el director gerente de la federación de cooperativas, Carlos Cinta, al presentar el balance del sector de 2023.

La situación del agro es así «muy complicada». El mayor de sus problemas es la falta de agua y una Política Agraria Comunitaria (PAC), a su juicio, lesiva para sus intereses.

Por otro lado, estos días ha surgido además una inquietud en el potente sector cárnico malagueño, encabezado por Famadesa y Faccsa-Prolongo, que observa con preocupación el anuncio de China de una investigación ‘antidumping’ (competencia desleal) contra las importaciones de carne de cerdo y derivados de la UE que podrían derivar en la instauración de aranceles. Las exportaciones malagueñas de carne de cerdo al gigante asiático alcanzaron el pasado año los 53 millones de euros y lideraron de largo las ventas andaluzas en este mercado. El primer trimestre de este 2024 acumula ya 19,2 millones, con un aumento del 7,3%, lo que refleja su tirón.

«No es algo que nos beneficie, así que lo que deseamos es que el tema se resuelva, conforme a lo que digan las autoridades», han señalado a este periódico los representantes del sector acerca del conflicto entre China y la UE.

Más tradición exportadora

En todo caso, las cifras récord de exportación están ahí. El delegado de Economía, Hacienda y Fondos Europeos de la Junta de Andalucía en Málaga, Carlos García, resalta que las exportaciones «están diversificadas» en cuatro continentes en sus primeros mercados. Francia, Estados Unidos, Italia, Portugal, Alemania, Reino Unido, Países Bajos, China, Bélgica y Marruecos conforman el top ten.

Las exportaciones de Málaga están superando además a las importaciones (1.103 millones frente a 1.077). «Este resultado es muy satisfactorio, ya que indica un saldo comercial positivo para la provincia», comenta.

Otra buena noticia es cada vez son más empresas las que tienen en la internacionalización una estrategia permanente de negocio. El año pasado se alcanzó un récord de 1.068 compañías exportadoras «regulares», término con el que se hace alusión a aquellas que presentan ventas al extranjero durante más de cuatro años consecutivos. Este año, al primer cuatrimestre, el ICEX ya tiene contabilizadas 895, con un aumento del 22%, lo que augura que la cifra final volverá a crecer.

Las firmas exportadoras regulares son clave al representar el principal músculo exterior de una zona concentrando, en el caso de Málaga, la mayoría de las ventas totales de la provincia al extranjero (su peso en 2023 fue del 87% de toda la facturación exterior).

El 23% del total de empresas malagueñas que exportan (fueron casi 4.600 el pasado año) lo hacen ya de forma continuada.

Para valorar más estas cifras, hay que recordar que en 2010 sólo se contabilizaban 2.500 empresas exportadoras y, de ellas, sólo 550 lo hacían regularmente. Las cifras han subido un 65% y un 100% respectivamente por la necesidad de captar nuevos clientes en un mercado cada vez más globalizado.