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Anovo prevé pasar en tres años de 700 a 1.000 empleados en Málaga

La firma, dedicada a la reparación de dispositivos electrónicos y que celebra 20 años en la ciudad, aspira a subir de 86 a 100 millones de facturación

José García Martínez, CEO de la firma malagueña Anovo.

José García Martínez, CEO de la firma malagueña Anovo. / josé vicente rodríguez. málaga

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

La firma tecnológica Anovo, especializada en servicios de reparación de dispositivos para los grandes operadores y fabricantes del sector, celebró ayer un acto de aniversario de sus 20 años de presencia en Málaga. La empresa cuenta con 1.400 empleados en España, de los que 700 están en su centro matriz del Málaga Tech Park (PTA), y registró el pasado año una facturación de 86 millones de euros, firmando lo que su consejero delegado definió pare este periódico como «la mejor época» de una compañía que a lo largo de los años ha tenido que «reinventarse» en varias ocasiones para adaptarse a las necesidades de un mercado siempre cambiante. Los planes de futuro son además de clara expansión, ya que Anovo espera alcanzar en el plazo de tres años, si todo marcha como se espera, una ventas anuales de 100 millones de euros y una plantilla en Málaga de 1.000 trabajadores.

«Anovo ha cambiado muchísimo desde que llegó a Málaga hace más de dos décadas, de hecho no tiene prácticamente nada que ver con la de entonces. Originariamente era un grupo francés que cotizaba en bolsa y que compró varias instalaciones en España, entre ellas la fábrica de Alcatel en Martiricos, que tenía 400 trabajadores. Luego vino el traslado al PTA, donde durante los primeros años se siguieron fabricando tanto cabinas telefónicas como centralitas y esos teléfonos fijos que nuestros padres tenían en casa», rememoró García

Pero la renovación tecnológica puso fin a todas aquellas líneas de productos, algo que, combinado con el desplazamiento progresivo de la fabricación occidental a China, dejó sumida a Alcatel en una época complicada. «Tras un periodo inicial exitoso pasamos a años muy difíciles, pero supimos reconvertirnos en el segmento de reparación y servicios y, a día de hoy, reparamos cualquier tipo de producto para nuestros clientes, ya sea con piezas o con software», comenta.

En las instalaciones de Anovo se reparan cinco millones de equipo al año, con un abanico amplísimo: móviles para operadores como Movistar, Vodafone, Más Móvil, Orange o la portuguesa Nos y para fabricantes como Apple, Samsung, Xiaomi, Huawei o Sony; ordenadores para HP; videoconsolas para Nintendo; y todo tipo de dispositivos para Amazon, Mediamarkt o Carrefour. Además, se han incorporado líneas relativas a energía (arreglo de inversores, por ejemplo).

La empresa, que ha ampliado su sede de Málaga y que cuenta con otros dos centros en Madrid y Las Palmas de Gran Canaria, destaca que el trabajo de reparaciones para sus clientes obliga a ser muy flexible en cuanto a la organización del trabajo. «Podemos trabajar a un turno, a dos o a tres, cinco días a la semana o siete, todo depende los objetivos de los clientes, que son muy exigentes, porque en lo que se refiere a arreglo o reacondicionamiento de un producto los tiempos de respuesta son muy importantes», detalla.

Anovo cumple, en este sentido, un objetivo ligado a la economía circular y a la sostenibilidad, conceptos muy en boga. «Alargamos el ciclo de vida de muchos dispositivos, reparándolos y evitando que se desechen, algo que finalmente tiene un impacto positivo en el medio ambiente y en la huella de carbono», añade.

La única mácula en la celebración del XX aniversario, a la que ayer acudieron representantes institucionales, empresariales y culturales de la sociedad malagueña, la representan episodios judiciales de épocas pasadas que todavía colean, aunque en nada afectan a la actual Anovo. Esta semana se ha conocido que el juez de refuerzo del Juzgado de Instrucción seis de Sevilla, José Ignacio Vilaplana, ha dictado un auto para continuar las diligencias previas contra siete personas investigadas en una pieza separada del caso de los ERE por las presuntas irregularidades en las ayudas autonómicas de casi 36 millones de euros que en su día se concedieron a A-Novo Comlink España SL. Entre los investigados está el ex director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta Daniel Alberto Rivera; y tres directivos y un extrabajador de la firma.

«Es un tema que no tiene nada que ver con el Anovo de hoy, aunque nos involucra por el nombre. En esto nos sentimos más bien víctimas de cosas que se hicieron en otras épocas. No hay nadie en Anovo vinculado a todo aquello», afirma.