Un crimen en la Florencia del Renacimiento

El escritor francés Laurent Binet siempre ha mostrado un gran talento para exprimir las complejas relaciones entre la novela y la historia, que tan fecundas como controvertidas han resultado siempre a lo largo de siglos de literatura. Binet debutó hace 13 años en el panorama con la magnífica ‘HHhH’ (donde diseccionaba el asesinato del nazi Richard Heydrich en una desafiante reflexión sobre realidad y ficción) y en 2021, por citar su anterior trabajo, se marcaba una deslumbrante ucronía, ‘Civilizaciones’, que retaba los esquemas mentales del lector (sobre todo el occidental) planteando qué hubiera pasado si Cristóbal Colón y los suyos hubieran sido masacrados a su llegada a América y, por contra, los pueblos amerindios, a bordo de las carabelas, hubieran conquistado años más tarde el imperio español de Carlos V.

Pues bien, Binet se quedó al parecer con muchas ganas de seguir indagando en el siglo XVI, fascinado también por el Renacimiento italiano, y acaba de publicar ‘Perspectivas’ (de nuevo en editorial Seix Barral), una novela de misterio que, partiendo de un asesinato ficticio (el del pintor fiorentino Jacopo Carrucci ‘Pontormo’) nos ofrece un majestuoso fresco de lo que hoy conocemos como Cinquecento, una de las épocas donde la simbiosis entre arte, política y poder dio lugar a varias de las obras más sublimes de la historia de la Humanidad.

Una novela epistolar

La trama arranca en los albores de 1557, ya en el crepúsculo renacentista, con la aparición del cadáver de ‘Pontormo’ en la iglesia de San Lorenzo en Florencia, donde pintaba unos frescos sobre el Juicio Final (hoy, desgraciadamente, perdidos). Junto al asesinado (martillazo en la cabeza y el pecho atravesado por un cincel), aparece además un retrato obsceno de María de Médicis, la hija del todopoderoso duque Cosme I. El trabajo de esclarecer el crimen recaerá en Giorgio Vasari, considerado uno de los primeros historiador del arte.

Binet plantea toda su novela, en la que también hay buenas dosis de fino humor, a través del género epistolar, es decir, entre las cartas que se envían los distintos personajes, una inteligente apuesta que le permite ofrecer variados puntos de vista en torno al misterio a resolver. Y al estilo de las novelas de Ágatha Christie, Binet se permite el guiño de introducir su relato con una lista de los personajes, todos ellos históricos.

¡Y qué personajes! En ‘Perspectivas’ aparecen, además de los hasta ahora mencionados, Miguel Ángel Buonarotti, Benvenuto Cellini, Agnolo Bronzino, Catalina de Médicis o Leonor de Toledo. Como telón de fondo, el polvorín en el que se ha convertido Europa, con unos ducados italianos que sirven de campo de batalla para las tropas de Francia y España (con el papa del lado de los franceses y Florencia del lado de Felipe II) y un convulso escenario religioso donde el Concilio de Trento prepara su respuesta a la Reforma de Lutero.

Sociedad, arte y poder

Lo que da más profundidad y valor a la novela es que, al margen de que el asesinato de ‘Pontormo’ y su investigación por parte de Vasari sea ficción, la trama respeta absolutamente los modos sociales, las opiniones o las tensiones de la época. De hecho, muchas de las misivas que componen el libro recogen citas textuales de las cartas de Miguel Ángel o extractos del libro ‘Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos’, la obra que escribió Vasari en el siglo XVI. Binet se ha documentado de forma minuciosa para que en ‘Perspectivas’ incluso los personajes menos conocidos hablen de forma convincente a lo que era aquella época. Un ejemplo es el obrero y moledor de pigmentos Marco Moro, algo así como protosindicalismo que impulsó un levantamiento de obreros.

Pero Binet aprovecha ante todo su novela para reflexionar sobre temas siempre candentes como la difícil relación entre poder y arte y el riesgo siempre latente de la censura. Para Binet, la Contrarreforma católica reprimió la libertad artística del siglo XVI, con el exponente máximo de que los desnudos del Juicio Final de Miguel Ángel, en la Capilla Sixtina, fueron cubiertos poco después por orden del pontífice Pablo IV. Una actuación censora emblemática que, para el escritor francés, sigue teniendo hoy, cinco siglos después, peligrosos intentos de réplica a muchos niveles. El propio hecho de que se reescriban los libros de Agatha Christie para eliminar alusiones consideradas actualmente políticamente incorrectas es un ejemplo, según ha comentado el autor galo en alguna entrevista.

Y ya que mencionamos a la dama Ágatha, reina de las novelas de crímenes, decir que el lector se llevará una sorpresa con la resolución del misterio sobre el crimen de ‘Pontormo’. Un aliciente más para embarcarse en este monumental desafío de alternativa histórica que propone Laurent Binet.