Salvamento Marítimo

Así trabajan los perros del servicio de rescate de las playas de Vélez-Málaga

Las playas de Vélez-Málaga cuentan este verano con la Unidad Canina de Rescate y Emergencias MresQ, la primera de ese tipo en Andalucía, compuesta por seis perros y guías especializados que vigilan las playas, por tierra y por mar, para mayor seguridad de los bañistas

Así trabajan los perros de rescate de las playas de Vélez-Málaga

L. O.

Se llaman ‘Queen’, ‘Oso’ y ‘Mai’,son tres perros de la raza Terranova y tienen 7, 3 y 1 año, respectivamente. Ellos forman parte de la Unidad Canina de Rescate y Emergencias MresQ, pionera en Andalucía, junto a ‘Brown’, ‘Nancy’ y ‘Buddy’, tres Golden Retriever, de 2, 1 y 1 año, que van a patrullar este verano las playas de Vélez-Málaga para ayudar en las tareas de salvamento.

Todos ellos están preparados para actuar tanto en tierra firme, rastreando el olor de la prenda de una persona hasta localizarla, como en el agua, ya que son capaces de detectar el olor de un cadáver sumergido, como ha podido comprobar la Guardia Civil en el rescate de un chico que se ahogó el pasado mes de marzo en el río Ebro.

Incluso, uno de ellos, ‘Nancy’, está especializada en la búsqueda de personas perdidas en grandes áreas en la playa o en la nieve. De hecho ha estado trabajando este invierno en las montañas de Navacerrada, en Madrid.

Miguel Sánchez-Merenciano entrena con ‘Oso’, un perro de la raza Terranova, en una playa. | L.O.

Miguel Sánchez-Merenciano, con ‘Brown’, patrullando en una zodiac. / L. O.

La Unidad Canina de Rescate y Emergencias MresQ es una iniciativa de Manuel Durán, coordinador de Salvamento del Ayuntamiento de Vélez-Málaga, que conoció unidades similares de carácter voluntario en Valencia y Cantabria y quiso trasladarlas aquí. Para ello hace un año contactó con su compañero Miguel Sánchez-Merenciano, que lleva más de 30 años en el mundo del perro, «mientras que yo llevo 30 años en salvamento marítimo y socorrismo».

Su principal obstáculo ha sido la legislación andaluza actual. «Costas y Medio Ambiente no quieren perros en las playas pero, como aquí tenemos la suerte de llevar ocho años con la primera playa para perros de Andalucía, surgió la oportunidad», explica Manuel.

En principio, para evitar susceptibilidades con otros dueños de perros que tienen prohibido llevar a sus mascotas a la playa, van a tener su base de operaciones en la playa canina de Torre del Mar.

Sin embargo, el apoyo del Ayuntamiento de Vélez-Málaga es tal que el alcalde, Jesús Lupiáñez, va a dictar un bando que va a permitir a los perros de esta unidad de emergencia patrullar en cualquier playa del municipio «porque están certificados como perros de trabajo igual que los perros policía», por la Federación Cinológica Española, la máxima autoridad en perros de pura raza en España.

El entrenamiento de uno de estos canes para que pueda actuar en todos los ámbitos y lanzarse desde una embarcación o desde la camilla de una moto acuática -lo más complicado- es de ocho meses a un año, explica Manuel Durán.

La patrulla canina | L.O.

Miguel Sánchez-Merenciano entrena con ‘Oso’, un perro de la raza Terranova, en una playa. / L. O.

«Empezamos a trabajar con ellos a los cuatro meses, primero en adiestramiento en obediencia. Luego le incorporamos el agua, pero es my fácil trabajar con ellos porque para ellos es un juego». Una vez que ven al guía lanzarse al agua no necesitan una orden sino que se lanzan «porque saben que tienen que ir detrás tuya», explica Durán.

Estos perros nunca trabajan solos sino que siempre van a acompañados de un guía rescatador; no de un socorrista como los habituales, sino de un guía preparado para trabajar con perros.

«El perro nunca va solo, siempre tiene que ir con alguien porque imagínate que una persona se está ahogando y ve que le viene un perro de 70 kilos: se pone más nervioso».

Por eso, explica Manuel Durán, el perro siempre trabaja con un guía, que siempre llega a la víctima antes que el perro. «El perro es una herramienta muy útil porque se cansa menos, es más rápido que nosotros, aguanta temperaturas de cinco y seis grados bajo cero y nada 3 millas náuticas sin problema. Los Terranova, por ejemplo, (una raza de la isla homónima que ya se usaban en el siglo XVIII como rescate en los barcos de pesca) son muy dóciles pero te mueven dos toneladas en el agua sin problema», afirma. Estos perros tienen una membrana en las patas delanteras, como los patos, igual que el Retriever, que los hacen perfectos nadadores.

Los miembros de esta patrulla canina van equipados con unos chalecos especiales de rescate confeccionados por una empresa de Motril, con un sistema de flotabilidad mediante un airbag que le permite mantener la cabeza fuera del agua en caso de que el perro tenga problemas, para garantizar su seguridad «porque son nuestros perros, con los que vivimos todos los días», explica Manuel Durán.

Una vez que llegan a la víctima, el socorrista la tranquiliza para que pueda agarrarse a una de las cuatro asas que lleva el chaleco del can, que será el que lo saque del agua. «Eso siempre que la víctima esté consciente. En caso de rescate múltiple, el perro es más efectivo porque el socorrista se dedica a la víctima inconsciente y la que está consciente la saca el perro».

Los Terranova, incluso, al ser más altos, pueden acompañar a las personas con movilidad reducida en las zonas de baño adaptado para meterlas y sacarlas del agua.

Los perros de esta unidad trabajan en turnos de hora y media como máximo y mientras descansan están a la sombra, con agua y aire acondicionado. La unidad tiene incluso un acuerdo con una clínica veterinaria con peluquería para que estén perfectamente atendidos.

Los perros viven en casa con sus guías. ‘Buddy’, por ejemplo, es un perro adoptado que a una pareja le venía grande y lo tenía prácticamente abandonado en una parcela «y desde que vive conmigo le ha cambiado la vida porque a los Retriever les encanta el agua».

Manuel vive con ‘Buddy’ y ‘Mai’ en Torre del Mar. Su compañero Miguel vive con otros tres perros de la unidad. ‘Oso’ es de Coín; y Queen, Brown y Nancy son de Hellín (Albacete) y vienen expresamente los cuatro meses del dispositivo de rescate. Pasado ese tiempo volverán a sus hogares, de vacaciones.