El sector reclama «devolver la ilusión» al campo para garantizar su sostenibilidad

Rentabilidad, proyectos de mejora y dignificación son algunas de las claves que ayudarían a «devolver la ilusión» al campo y, con ello, garantizar su sostenibilidad. Esta es una de las principales conclusiones de la jornada Planeta Agro, impulsada por AgroBank, la línea de negocio agroalimentario de CaixaBank, y organizada recientemente por Diario Córdoba con la participación de Blanca Torrent, concejala de Economía en el Ayuntamiento de Córdoba; Carmen del Campillo, directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (Etsiam); Francisco Acosta, delegado de Agricultura de la Junta de Andalucía; Rafael Sánchez de Puerta, presidente del consejo sectorial de aceite de oliva de Cooperativas Agroalimentarias; y Antonio Martínez, director de AgroBank Andalucía.

El encuentro, celebrado en el hotel Eurostars Palace bajo el título La agricultura andaluza ante el reto de la sostenibilidad, fue moderado por el periodista José María Martín. El jefe de Economía de CÓRDOBA, Francisco Expósito, dio la bienvenida a los asistentes recordando algunas de las principales cifras del sector primario en la provincia. Así, apuntó que la producción final agraria roza los 2.000 millones de euros en Córdoba y la mayor parte corresponde a la rama vegetal, entre otros datos.

De su parte, Blanca Torrent abrió las intervenciones afirmando que «la lucha contra el cambio climático es importantísima» y haciendo hincapié, asimismo, en la relevancia del intercambio de conocimientos y experiencias. «Es importantísimo que los agricultores estén unidos a los investigadores, los técnicos y las autoridades, que tengan un conocimiento de las necesidades que tenemos en el campo andaluz», defendió.

Sobre su labor en el ámbito público, donde preside el Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo (Imdeec), explicó que «lanzamos una mano a ese sector primario para que pueda tener nuestro apoyo en el camino hacia una agricultura más sostenible y próspera para todos».

Precisamente, los expertos que participaron en la mesa redonda destacaron la necesidad de que el sector agroalimentario tenga sostenibilidad en todos sus ámbitos, sumando al medioambiental el económico, social y tecnológico.

Rafael Sánchez de Puerta afirmó que para garantizar esa sostenibilidad «el campo necesita que se le devuelva la ilusión, lo que significa rentabilidad y proyectos de mejora. Sabemos hacerlo, somos los mejores del mundo», reivindicó. Este profesional manifestó que, «a partir de ahí, habrá relevo generacional e incorporación de la mujer».

Para Carmen del Campillo, «la estrategia quizá sea mutlifacética, con la colaboración de todos, agricultores, investigadores y políticos. Requiere que este enfoque sea coordinado y, probablemente, el éxito dependerá de esa colaboración para que podamos hacer una agricultura resiliente, sostenible y fuerte».

Francisco Acosta señaló que «tenemos mucho futuro» e instó a poner en valor el trabajo en el sector, una tarea donde, según indicó, también debe participar la Administración. Subrayó, además, la necesidad de mejorar la sostenibilidad «sin mermar la rentabilidad y la productividad de nuestros agricultores, esa es la lucha», indicó.

Antonio Martínez coincidió en animar a «dignificar el sector y hacerlo más atractivo, usando medios que ayuden a que los jóvenes vean en el sector agroalimentario una carrera de futuro».

El agua

En líneas generales, los intervinientes apuntaron el acceso al agua como principal reto de la agricultura. De este modo, Rafael Sánchez de Puerta hizo referencia al olivar y aseguró que «sin agua no hay futuro y Córdoba es la peor situada de Andalucía, es la que menos superficie de regadío tiene», recordó.

Este responsable de Cooperativas Agroalimentarias se mostró crítico al afirmar que «si tan absolutamente convencidos estamos del cambio climático (y yo lo estoy) y no actuamos para paliar las consecuencias, o somos unos mentirosos o unos irresponsables o unos inútiles». «Uniendo agua y energía, que somos un potencial enorme, podemos hacer cosas enormes», animó.

En otro orden de cosas, al ser preguntado por la evolución de los precios del aceite, Sánchez de Puerta reconoció que «me están criticando tremendamente por decir que el aceite puede volver a 4 euros si hay una producción media el año que viene». No obstante, sostuvo que «este año, sabiendo ya que el aceite que teníamos era mínimo y cómo estaban las salidas, una Semana Santa de agua ha provocado una bajada de dos euros. A partir de ahí, te puedes esperar cualquier cosa».

Por su parte, la directora de la Etsiam apuntó que se han adoptado políticas para paliar los efectos del cambio climático, «pero en algunos casos quizá hay que matizarlas». Además, reconoció que «cuando hablo con agricultores y ganaderos, su mayor queja es que no se cuente con ellos en algunos aspectos, les gustaría ser partícipes con sugerencias».

Carmen del Campillo reivindicó la importancia de la innovación para afrontar el reto de la escasez de agua y afirmó que «en Etsiam somos pioneros, en España y parte de Europa, en el desarrollo de modelos para el ahorro y la eficacia en el uso de agua y energía, así como en el uso de aguas regeneradas».

Junto a otras cuestiones, mencionó la bioeconomía, «cómo ese tipo de aguas pueden reutilizarse en la agricultura», explicó, y los tratamientos para retirar parte de los nutrientes para convertirlos en fertilizantes y, utilizar esas aguas.

El delegado de Agricultura observó que en las zonas con más regadío las poblaciones son mucho más grandes y existe más economía alrededor de la agricultura. Entre otras ideas, mencionó que «hay un problema serio de mano de obra y en años con condiciones normales no habrá gente para recoger los cultivos».

Respecto a la labor de la Junta para afrontar la escasez de lluvia, hizo alusión a la construcción de depuradoras y al trabajo para que el agua que se vierte se destine a nuevos regadíos.

De otro lado, el director de AgroBank en Andalucía mencionó la necesidad de aumentar la producción para atender la demanda de una población creciente, lo que, según precisó, solo se logrará con innovación y digitalización.

A este reto añadió otros como la incorporación de 200.000 jóvenes al sector agroalimentario para cubrir la jubilación de buena parte de los profesionales en activo y la entrada de más mujeres, ya que en estos momentos solo un 30% de las explotaciones son lideradas por este colectivo.

Antonio Martínez destacó el apoyo de Caixabank a las inversiones realizadas para transformar la agricultura en Andalucía y puso en valor que «el tejido empresarial agroalimentario de Córdoba es de los más transformadores». En la misma línea, expuso diferentes iniciativas de esta entidad en materia formativa y vinculadas a jóvenes y mujeres.

Para finalizar, los expertos abordaron las políticas europeas para incentivar el secuestro de CO2 en explotaciones agrarias, coincidiendo en advertir que tienen unos «requisitos altos» para los profesionales (en palabras de Carmen del Campillo) y que en la actualidad hay todavía mucha incertidumbre sobre su aplicación.