Geociencias

Los archivos geológicos anticipan nuestro futuro climático

Sedimentos de 56 millones de años revelan que la erosión del suelo aumenta cuando el planeta se calienta

Acumulación de rocas sedimentarias en el Pirineo español. Los estratos rojo y amarillo muestran sedimentos depositados en el continente hace 56 millones de años.

Acumulación de rocas sedimentarias en el Pirineo español. Los estratos rojo y amarillo muestran sedimentos depositados en el continente hace 56 millones de años. / © Marine Prieur.

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe

Hace 56 millones de años, la erosión del suelo se cuadruplicó en el planeta debido a las fuertes lluvias y las inundaciones de los ríos provocadas por un calentamiento global muy similar al que conocemos hoy.

Un estudio realizado por la Universidad de Ginebra (UNIGE) ha arrojado luz sobre cómo los eventos climáticos pasados pueden ayudarnos a predecir y prepararnos para los cambios futuros en nuestro clima.

Analizando sedimentos de hace 56 millones de años, los investigadores han descubierto evidencia de un aumento significativo en la erosión del suelo debido al calentamiento global, lo que podría tener implicaciones directas para nuestra comprensión del cambio climático actual.

Momentos parecidos

Hace 56 millones de años, durante el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (PETM), la Tierra experimentó un calentamiento rápido y significativo, probablemente causado por gases de efecto invernadero liberados por erupciones volcánicas. El PETM tuvo lugar en la transición entre las épocas del Paleoceno y del Eoceno.

Las concentraciones de estos gases en la atmósfera provocaron un aumento de las temperaturas globales de entre 5ºC y 8°C en un período muy corto en términos geológicos (unos 200.000 años), y causaron perturbaciones mayores en la fauna y la flora.

Después de los dinosaurios

Todo eso ocurrió, para que nos hagamos una idea, 10 millones de años después de que los dinosaurios se hubieran extinguido y cuando los mamíferos comenzaron a dominar la Tierra.

Fue al final del Paleoceno cuando entraron en la escena evolutiva los primeros “monos sociales”, antecesores de los simios que luego propiciaron la aparición del ser humano, protagonista del calentamiento global que ahora estamos viviendo.

Como consecuencia de aquel calentamiento, el planeta se volvió bastante cálido, sin casquetes polares ni hielos perpetuos (el Himalaya no existía entonces), y con las extensas selvas propiciando un clima caluroso y húmedo.

Comparativa geológica

Tal como explica el experto de la AMT David Quintero Plaza, que no participó en la investigación de la UNIGE, aquel calentamiento se produjo por la acumulación de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4) en la atmósfera, en un proceso parecido al actual, aunque con algunas diferencias claras: duró miles de años y fue comparativamente más lento que el calentamiento global actual.

Otra diferencia significativa, añade Quintero: el PETM emitió alrededor de 0,3 a 1,7 Gt (gigatoneladas) de carbono al año durante un periodo de unos 3.000 a 20.000 años, mientras que la emisión antropogénica actual es de unas 10 Gt de carbono al año y tiene solo 300 años de duración (contados desde la Revolución Industrial).

En el PETM, la cantidad de carbono que entró en la atmósfera fue de unas 3.000 a 7.000 Gt de carbono extra durante el periodo de emisión. Sin embargo, la aportación humana a la atmósfera ha sido, desde el inicio de la Revolución Industrial, de unas 1.500 Gt de carbono, aunque a un ritmo mucho más acelerado que durante el PETM. Pero lo importante es que, según el IPCC, la Tierra está ahora al borde de un calentamiento similar.

Conociendo el pasado geológico

Para conocer mejor lo que podría pasar ante la similitudes geológicas entre el PETM y la situación actual del planeta, el equipo de la Universidad de Ginebra analizó sedimentos de este período para evaluar el impacto de este calentamiento global en el medio ambiente y, más concretamente, en la erosión del suelo.

Su estudio reveló que la erosión del suelo se cuadruplicó entonces debido a las fuertes lluvias y las inundaciones de los ríos.

Este descubrimiento pone de relieve el impacto significativo del calentamiento global en la erosión del suelo a través de la intensificación de las precipitaciones durante las tormentas y el aumento de las inundaciones a través de los ríos.

Y también nos alerta de lo que puede pasar en el presente: ''estos resultados se refieren específicamente a esta zona de los Pirineos, y cada zona geográfica depende de ciertos factores únicos. Sin embargo, se observa en todo el mundo un aumento del aporte sedimentario en los estratos del Paleoceno-Eoceno. Se trata, por tanto, de un fenómeno global, a escala terrestre, durante un evento de calentamiento importante'', señala Marine Prieur, primera autora de este estudio, que ha sido publicado en la revista Geology.

Anticipando el futuro

Estos resultados proporcionan nueva información que puede incorporarse a las predicciones sobre nuestro clima futuro. En particular, sirven para evaluar mejor los riesgos de inundaciones y colapso del suelo en zonas pobladas, señalan los autores de este trabajo.

''Necesitamos tener en cuenta que este aumento de la erosión se ha producido de forma natural, sólo bajo el efecto del calentamiento global. Hoy, para predecir lo que nos espera, debemos considerar también el impacto de la acción humana, como la deforestación, que amplifica diversos fenómenos, incluida la erosión'', concluyen los científicos.

Referente previo

Hay que tener en cuenta al respecto que una investigación similar de la UPV/EHU, publicada en 2022 tras investigar sedimentos de hace 56 millones de años en el límite entre Lleida y Huesca, también llegó a la conclusión de que lo que entonces ocurrió es bastante parecido a lo que está pasando en la actualidad en el sudeste de la península ibérica, debido a las similitudes tanto geográficas como hidroclimáticas, con lluvias intensas cada vez más frecuentes en torno al otoño y al final del verano, algo que no ocurría hace 100 o 200 años”.

Referencia

Fingerprinting enhanced floodplain reworking during the Paleocene−Eocene Thermal Maximum in the Southern Pyrenees (Spain): Implications for channel dynamics and carbon burial. Marine Prieur et al. Geology (2024). DOI:https://doi.org/10.1130/G52180.1