Pendón y Salado recelan de la 'copla' que entona la política actual

A la lumbre de su agenda de un día de julio, el mes en el que los americanos llegaron a la Luna, Francisco Salado vino a proclamar que -al igual que sucede con los presidentes de los Estados Unidos- se sigue siendo presidente de la Diputación de Málaga "toda la vida". Salado, que nació en Benalgabón, así se lo dijo a alguien que también vino al mundo en la Axarquía, en El Borge, y se convirtió en el máximo responsable de la institución provincial casi dos décadas antes que él. A alguien que se llama Salvador Pendón y ostentó esa responsabilidad entre 2003 y 2011, con las siglas del partido de 'la competencia'. En las filas de un PSOE al que Pendón sigue vinculado como militante que dice lo que piensa aunque resulte incómodo para el aparato, desde que hace más de una década dejó de ostentar responsabilidades públicas. Y aún así, su presencia al lado de un político del PP seguía generando este miércoles por la mañana una de esas estampas que resultan prácticamente impensables, asociadas a un ambiente cordial, en la era de la polarización. Pendón presentaba su libro '...De la fuente más risueña', una investigación sobre la influencia de los cancioneros del XIX en cantaores malagueños, y tanto él como Salado se vieron abocados a quedarse con recelos con la copla que tanto se entona en la política actual. En el turno de preguntas de los periodistas, el exalcalde de Ardales llegó a lamentar "sin culpar a nadie" que las relaciones entre las personas vinculadas a la política "se han viciado en los últimos tiempos". Y el presidente de Diputación y alcalde de Rincón de la Victoria abogó por "descargar ideológicamente" parcelas de la esfera institucional como aquella que los situaba al alimón para dar a conocer un trabajo literario.   

Sin perder de vista la condición de expresidente de Diputación de Pendón, Salado enfatizó que en ese momento lo apoyaba como "protector y estudioso del flamenco" que tantas contribuciones le hace también a la provincia. "Hay que dejar a un lado esa carga ideológica que siempre hay en todo", apuntó tras haberle dado al socialista la bienvenida a la que "siempre será su casa".

En la misma sede de calle Pacífico que se estrenó con Pendón como presidente, también se recordó que cuando concluyó allí su etapa regresó a la docencia en un colegio de Ardales y que próximamente se jubilará. Y, desde entonces, han pasado casi tres lustros en los que Pendón ha mantenido una buena relación con los dos presidentes del PP que ha tenido el ente provincial: "Tengo un sentido institucional pronunciado independientemente de la adscripcion política, vincularse a la provincia y los malagueños marca mucho y se conocen las dificultades que se tienen que afrontar".

Incluso, Pendón no esquivó del todo la pregunta sobre la presencia en las presentaciones de sus libros de más políticos vinculados al PP que de actuales dirigentes del PSOE malagueño, sobre los que no oculta sus discrepancias: "Antepongo el disfrutar de las presencias a echar de menos las ausencias", indicó con elegancia.  

En opinión de Pendón, "la cortesía y el entendimiento" deberian estar en la vida pública de forma permanente. "Hay que darle más valor a la comprensión que a la divergencia pero ahora estamos en la situacion contraria", recalcó.

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"Coplas majestuosas"

Aunque se terminara hablando de política, el acto lo acaparó la presentación del libro '...De la fuente más risueña. Los cancioneros españoles del XIX en la obra discográfica de cantaores malagueños del XX', con el que Salvador Pendón completa una trilogía tras ser editado por el Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (CEDMA).

En sus páginas, Pendón despliega nuevamente su reconocimiento "a un legado glorioso al que no siempre se le presta la atención que merece, como la lírica del pueblo, porque hay coplas absolutamente majestuosas". 

Además, al tratar de explicar la pasión que tiene por esta materia se remonta a la afición que desde niño tiene por el flamenco, los verdiales y el folclore en general, sin perder de vista las relaciones que estas manifestaciones han entablado con la literatura. 

En este sentido, Pendón explicó que ha trabajado con doce cancioneros para la trilogía y ha debido leer "entre 12.000 y 14.000 coplas". 

En sus páginas, ordena por fecha de nacimiento a cantaores todos fallecidos como Juan Breva, Sebastián El Pena, Paca Aguilera o Antonio de Canillas, e incluso entre los que aparecen compartiendo uno de los bloques está Chiquito de la Cazalda.  

Y, a su vez, Pendón resalta las aportaciones de literatos como José Manuel Caballero Bonald, Ricardo Molina, Salvador Rueda o Narciso Díaz de Escovar para expresar la importancia que han tenido las coplas del pueblo, tan valoradas por Bécquer, García Lorca o Antonio Machado. Asimismo, sus textos incorporan ilustraciones de Eugenio Chicano, Evaristo Guerra, Rodrigo Gross o Araceli Durán, entre otros artistas.