Crónicas de la ciudad

El Gobierno no encuentra la Laguna de los Prados

El Ministerio de la Vivienda, propietario de este humedal protegido, aprovecha el solsticio de verano para admirar la luna de Valencia. Mientras, en Málaga, la laguna continúa convertida en escombrera y abierta a los vándalos 

La basura continúa aumentado en la Laguna de los Prados, tres meses y medio después de la última visita de La Opinión.

La basura continúa aumentado en la Laguna de los Prados, tres meses y medio después de la última visita de La Opinión. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

A mediados de marzo pasado, La Opinión denunciaba en un reportaje la situación de abandono total y el vandalismo imperante en la Laguna de Los Prados, 16 hectáreas incluidas, desde 2006, en el Inventario de Humedales de Andalucía.

Tan loable gesto, librar esta frágil isla verde de terminar convertida en naves industriales, a pocos metros del polígono Guadalhorce, tuvo su indudable mérito; pero la protección normativa se convierte en papel de fumar si los propietarios del terreno se dedican a dormitar o, como es el caso estos días próximos al solsticio de verano, a mirar absortos la luna de Valencia.

Vista general de la Laguna de Los Prados, con el polígono Guadalhorce al fondo, esta semana.

Vista general de la Laguna de Los Prados, con el polígono Guadalhorce al fondo, esta semana. / A.V.

Esa es al menos la actitud que transmite Sepes, una entidad dependiente del Ministerio de Vivienda, que parece tan interesada en la supervivencia y mantenimiento de este humedal como Daniel Ortega en los derechos humanos.

Así que, con la administración central metida a astrónoma, tres meses y medio después de la última visita del diario, es normal que no se haya molestado ni en retirar una mísera botella de plástico; no se vayan a quebrar.

La Laguna de los Prados, eso sí, ha visto aumentado en estos meses su contingente de porquería, pues desde tiempo inmemorial falta de su domicilio la valla que impedía la entrada de homínidos a motor. 

Alguna de la basura acumulada en la Laguna de Los Prados, esta semana.

Alguna de la basura acumulada en la Laguna de Los Prados, esta semana. / A.V.

Que mamíferos metidos a vándalos tengan el carné de conducir es otra historia. Lo triste es la desgana que demuestra en este caso el Gobierno, que no tiene ninguna excusa para no mandar, esta misma semana, una cuadrilla a limpiar el desaguisado, pues los terrenos son de su propiedad. 

Esta sección visitó la acosada laguna el martes, al caer la tarde. Pese al estercolero circundante, en las ramas de los árboles y cañaverales montaban guardia las garcetas y garcillas.

Basura y restos de hormigón en otro rincón de la Laguna de los Prados.

Basura y restos de hormigón en otro rincón de la Laguna de los Prados. / A.V.

Por lo demás, todo seguía en su sitio: arropado por unos matorrales un sanitario volcado; sin moverse un ápice, lo que parecía la carrocería desguazada de un coche; la papelera siniestrada de marzo; las chapas de madera de alguna obra perdida; los escombritos de rigor. Y como novedad, avanzando por la maleza, ya más próximos a la laguna, un círculo concéntrico de botellas de alcohol entre la hierba seca, restos de algún rito neolítico para aumentar las cosechas y las cogorzas.

Todo esto y mucho más en un humedal del Gobierno central que, por lo que demuestra, quizás no sepa ni localizarlo en el mapa.

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