Historias de Málaga

Baltasar Peña Hinojosa, un enamorado de Málaga

Este malagueño de Campillos, Hijo Predilecto de la Provincia de Málaga, fue dos veces presidente de la Diputación y un personaje crucial en la Málaga política, cultural y también económica de su época, entregado a mil y una causas.

José Luis Estrada Segalerva, Baltasar Peña Hinojosa, Antonio Gómez Téllez y Francisco García Grana.

José Luis Estrada Segalerva, Baltasar Peña Hinojosa, Antonio Gómez Téllez y Francisco García Grana. / A. V. S.

Antonio Lara Villodres

Antonio Lara Villodres

Siempre es difícil plasmar la vida de cualquier persona en unas pocas líneas, pero lo es mucho más, cuando a este se le recuerda como Hijo Predilecto de la Provincia de Málaga, distinción concedida en premio a su dilatada vida en pro de la cultura malagueña. El personaje a quien me refiero es Baltasar Peña Hinojosa, abogado, periodista, escritor y poeta, nacido en Campillos (Málaga) en 1906, en el seno de una familia acaudalada y conservadora. Era hijo de Francisco Peña Calvente, alcalde de Málaga en 1899 y de Josefa Hinojosa, hija del senador provincial y alcalde de Málaga Francisco Hinojosa y Casasola.

Cursó sus primeros estudios de bachillerato en los PP jesuitas del Puerto de Santa María de Cádiz. Trasladado a Sevilla, concluyó éstos y años más tarde ingresó en la Facultad de Derecho. Además fue un empedernido deportista y, entre sus aficiones de juventud, estuvo la del tiro al plato de la que fue en varias ocasiones premiado.

Perteneció al Partido Agrario de Unión Nacional con el que participó en las elecciones de 1934.

Tras la Guerra Civil, vuelve a su ciudad natal donde, como hombre del Movimiento, trabajó en varios campos de la política y en varias ocasiones fue nombrado Procurador en Cortes lo que le catapulta directamente a la presidencia de la Diputación provincial de Málaga el 22 de febrero de 1946.

Baltasar Peña Hinojosa, primero por la izquierda, en 1976 en el Centro de Málaga

Baltasar Peña Hinojosa, primero por la izquierda, en 1976 en el Centro de Málaga / A.V.S.

Durante este primer periodo y al igual que sus antecesores en el cargo, su objetivo prioritario es intentar levantar la economía de una Corporación muy maltrecha, tras largos años de guerra. Es elegido por segunda vez para la presidencia de la Diputación el 2 de abril de 1955.

A lo largo de sus mandatos, Baltasar Peña contribuyó con gran empeño al prestigio de la Diputación. Gestionó la creación de nuevos servicios: Maternidad de Gálvez Ginachero, laboratorios, quirófanos, sala de cirugía; también pabellones como el de re educación infantil, en el centro hospitalario, o el de leprosería en el Hospital Provincial.

De tipo docente, se creó la Escuela de Enfermería y las dependencias para la Escuela de Matronas. Respecto a otras obras de beneficencia, cabe destacar la compra de unos terrenos denominados Huerta Ortega, donde se levantó la Casa Cuna de San José.

Igualmente, a lo largo de la década de los 50, por encargo del propio presidente, se estudió el proyecto de levantar un nuevo edificio para la Corporación, digno de Málaga. En 1953 se compró un solar de unos 1.000 metros cuadrados, propiedad del Ayuntamiento de Málaga, en la Acera de la Marina, en el cual se construyó años mas tarde el nuevo Palacio Provincial de la Diputación.

Acera de la Marina. Construcción del nuevo palacio de la Diputación de Málaga, 1959.

Acera de la Marina. Construcción del nuevo palacio de la Diputación de Málaga, 1959. / Archivo Díaz de Escovar Fundación Unicaja

Respecto a la provincia, como presidente de la Corporación acometió diversas obras de infraestructura y acondicionamiento de carreteras comarcales. También llevó a cabo la traída de agua a la villa de Teba, la construcción de un hermoso mercado de mayorista en Alhaurín el Grande y otras de menor relieve.

En otro orden de cosas, la Cultura fue para Baltasar Peña uno de los puntales en los que sostuvo sus mandatos. Creó la Junta Coordinadora de Bibliotecas cuyo eje principal y motor fue la Biblioteca Cánovas del Castillo de cuya coordinación nacieron otras instaladas en la provincia: Vélez Málaga, Alhaurín el Grande, Ronda, Coín y Campillos.

Otra preocupación de aquella corporación dirigida por Baltasar Peña fue la del sector agrario y sus apartados social y económico. Por ello, se fundó la Caja Provincial de Málaga de la que fue su presidente por varios años.

A inicios de los años 70 fue nombrado delegado de la Vivienda, con el objeto de acometer la demolición de lo que quedaba del antiguo barrio del Perchel, motivo por el que su gestión fue fuertemente criticada por los afectados.

Años después, el 16 de diciembre de 1974, es distinguido por la Corporación como Hijo Predilecto de la Provincia de Málaga. Igualmente, se dedicó a su antigua profesión, el Derecho, y lo alternó con otros cargos como presidente de la Cámara Agraria de Málaga, presidente del Instituto de Estudios Malagueños, cónsul de Perú en Málaga y presidente del Patronato del Museo de Bellas Artes, inaugurado en 1974.

Bajo su iniciativa se creó el Museo de Artes Populares y formó parte del consejo de dirección de la revista malagueña de poesía ‘Caracola’, en 1952, dirigida por Estrada Segalerva.

Baltasar Peña Hinojosa, primero por la izquierda, delegado de la Vivienda en la primera década de los 70.

Baltasar Peña Hinojosa, primero por la izquierda, delegado de la Vivienda en la primera década de los 70. / Archivo familiar

Vocación literaria

Como poeta y escritor, Baltasar resultó ser un autor prolífico con más de 30 obras literarias, quizás producto de la influencia que ejerció en él su primo el poeta José María de Hinojosa: numerosos artículos periodísticos, libros, poemas y colaboraciones en revistas tanto nacionales como extranjeras que abarcan el Derecho, la política, el arte y la poesía, jalonan su curriculum.

Entre su abundante trabajo literario destacan obras como ‘Miniaturas’ publicada en 1937, en plena Guerra Civil, siendo aún un desconocido escritor; ‘Barros malagueños’; ‘Los pintores malagueños en el siglo XIX’; ‘Vivencias’; ‘Pequeña historia de la villa de Campillos’; ‘El Liceo: medio siglo de vida cultural’; ‘La Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga’ (1958); ‘Fortuna y Ferrándiz’ (1968) y ‘Siete pintores y un tema’ (1973).

Baltasar Peña Hinojosa.

Baltasar Peña Hinojosa. / Archivo familiar

Nuestro personaje fue miembro activo de importantes instituciones culturales como la Real Academia de San Telmo de Málaga, de la que fue presidente en 1973; de la Real Academia de San Carlos de Valencia; de la de Santa Isabel de Hungría y de la de Buenas Letras de Sevilla; y por último, de la Sociedad Económica de Amigos del País.

Baltasar Peña Hinojosa fue un hombre muy ligado al mundo cultural y político malagueño con el que colaboró estrechamente. Contrajo matrimonio con doña María Álvarez Gross, perteneciente a una conocida familia de la burguesía malacitana.

Falleció en Málaga el 6 de junio de 1992 a los 86 años; su pérdida fue muy sentida en todos los estamentos en los que su personalidad destacó sobradamente.