Mura Mura: fusión de sabores italianos en el corazón de Málaga

A dos pasos de la Catedral, en pleno corazón del casco antiguo de Málaga se encuentra Mura Mura Ostreria. 

Mura Mura Ostería es el proyecto personal del italiano Carmine Guarino. Este chef se trasladó hace diez años a Málaga, dejando atrás su carrera de Derecho para centrarse en lo que realmente le apasiona desde que tiene memoria: la cocina. 

Estas son las dos únicas heladerías de Málaga que aparecen en la Guía Repsol

A través de una cocina de autor informal, Guarino presenta una cocina que va más allá del restaurante italiano convencional alejándose de los estereotipos: "Aquí no vas a encontrar pastas y pizzas. Nosotros hacemos cocina italiana sí, la de siempre sin caer en lo típico". 

Para Guarino lo importante era trasladar los sabores de Irpinia - su tierra natal- a Málaga, sin perder la esencia ni los sabores que han marcado su vida. Refinado y vanguardista, mezcladas con la cocina de aprovechamiento: "Mi madre preparaba platos con lo que tenía y eso es lo que hacemos aquí. Aprovechamos todo, desde un hueso a la piel de una berenjena, todo sirve si sabes usarlo". 

La Guía Repsol incluye en su lista de recomendados para 2024 a Mura Mura

Cuando lo italiano se fusiona con lo marengo

Mura Mura propone una carta que varía a razón de la estacionalidad, platos elaborados con productos de temporada que, a su vez, elevan los sabores de la Málaga que le acoge con materias primas como el boquerón o el calamar.

Su carta se puede descubrir a través de sus tres menús degustación quattro passi, sei passi y cento passi, de 46, 53 y 62 euros. 

Mura Mura es un local íntimo y acogedor que se distingue por ofrecer un servicio minucioso y personalizado a cada mesa

Una carta inundada por una mezcla de sabores, colores y texturas que reinterpretan el recetario tradicional campano y reflejan la fidelidad a su origen, raíces sicilianas heredadas de su madre, a la par que muestran la necesidad de sorprender de Guarino mediante técnicas modernas y actuales. 

Algunos imprescindibles son  el ‘calamar en purgatorio’; la parmigiana de berenjena con emulsión de su piel o su spaguetto con beurre blanc, dashi, polvo de cebolla quemada, bottarga de atún y escabeche de ostras en hierbabuena. 

No puede faltar tampoco el ibérico con boletus y manzana ácida; el pez espada y alcachofa con hierbabuena y pecorino o la salsiccia e friarielli y pimiento fermentado en vinagre. 

La propuesta gastronómica se completa otorgando un especial protagonismo a la carta de vinos, en la que destacan, como no podía ser de otra forma, vinos y referencias italianas