La Fórmula 1 en Barcelona

Doohan y la nostalgia por el rugir de los motores V8

El hijo de Mick Doohan ha rodado al volante de un Lotus de 2012 motor V8, pintado con los colores de Alpine

Los aficionados han alucinado con la diferencia respecto al ‘silencioso’ Ferrari de 2022 que ha pilotado Sainz

Doohan, al volante del coche de Alpine, un viejo Lotus con motor V8 que rugía como los añorados F1 de hace una década.

Doohan, al volante del coche de Alpine, un viejo Lotus con motor V8 que rugía como los añorados F1 de hace una década.

Laura López Albiac

Jack Doohan, piloto reserva de Alpine, suena con mucha fuerza como sustituto del titular Esteban Ocon, que se despide de la escuadra francesa a final de temporada. Hoy, en Barcelona, el hijo del astro del motociclismo Mick Doohan, ha exprimido al máximo su oportunidad para lucirse y le ha robado incluso parte del protagonismo a Carlos Sainz. Y es que los fans han alucinado viendo el rugir el coche del australiano respecto al ‘silencioso’ motor actual del monoplaza de Ferrari.

Doohan se ha subido a un Lotus de 2012, con motor V8, anterior a la era híbrida de la F1 y que tanto añoran los aficionados. Eso sí, el coche iban decorado con los colores actuales de Alpine, pero su ‘corazón’ latía mucho más fuerte que el F1-75 que ha pilotado Sainz en el Road Show de Passeig de Gracia.

Los ‘donuts’ , la clásica maniobra de exhibición siempre jaleada por los fans, sabían mejor en manos de Doohan y su Lotus camuflado de Alpine, con el que en su día ganó carreras Kimi Raikkonen. Un monoplaza ruidoso y mucho más estrecho y ágil en comparación con las generaciones actuales, más pesadas y menos sugerentes, sin duda.