Opinión | La Libreta del duque de Chantada

Un lugar en el mundo

Del título europeo de este pasado fin de semana esta todo dicho y escrito. Es un éxito descomunal que pone ya una nota de sobresaliente a la temporada

Alberto Díaz muestra el trofeo de la BCL al público cajista desplazado a Belgrado.

Alberto Díaz muestra el trofeo de la BCL al público cajista desplazado a Belgrado. / BCL

El festival de cine de San Sebastián otorgó la Concha de Oro en 1992 a una película argentina dirigida por el magistral cineasta Adolfo Aristarain. El protagonista, Mario, interpretado por Federico Luppi, emprende un viaje de retorno a la región de San Luis donde pasó su infancia para, como dice el titulo de la obra, encontrar «Un lugar en el mundo».

El mismo camino que emprendió el baloncesto malagueño desde la llegada de Antonio Jesús López Nieto, Juanma Rodríguez e Ibon Navarro. Un viaje de retorno a los valores de un club que le habían llevado a la gloria en la primera década de los años 2000. Un viaje exitoso que ha llenado de nuevo el Carpena, que ha unido al baloncesto de la provincia, que ha llamado la atención de toda Europa y que suma dos títulos en las últimas dos temporadas.

La victoria en la Basketball Champions League de Belgrado abre además la puerta al Mundial de clubes de Singapur y también está bien encaminada la de la Supercopa de España. Dos competiciones que por su formato podrían llenar aún más en el futuro reciente las vitrinas de Los Guindos y que suman a la hora de optar a nuevos jugadores para la próxima temporada.

Del título europeo de este pasado fin de semana esta todo dicho y escrito. Es un éxito descomunal que pone ya una nota de sobresaliente a la temporada y que deja la matrícula de honor pendiente de la resolución de la ACB. Una competición donde el Unicaja ya es, como mínimo, subcampeón de la Liga Regular. Esto quiere decir que pasando el play off de cuartos y si el Real Madrid juega la final, los malagueños aseguran la tercera plaza de la competición, por segunda temporada consecutiva.

Este pasado miércoles en La Laguna, los verdes perdieron en el último instante el partido y el liderato de la competición en un partido al menos para mí inesperado. Sólo tres días después del éxito europeo, sin entrenar y caer así ante el subcampeón de la BCL en su casa demuestra que el gen ganador parece instalado en el equipo. Un mérito enorme para Ibon Navarro y todo su staff técnico al completo.

El partido sirvió también para el hermanamiento definitivo entre dos proyectos ganadores y con muchas similitudes. El pasillo hecho por los jugadores del Lenovo Tenerife y el recibimiento del público al Unicaja después de ganarles la final de la BCL demuestra un señorío y un saber estar que pocos tienen.

El Club Baloncesto Canarias que muchos conocimos y disfrutamos como CajaCanarias con Philips, Harper y Germán o antes con Carmelo Cabrera o Walter Szczerbiak estuvo a la altura de su historia.

Son muchas batallas entre ambos equipos. Este año sin ir más lejos los canarios eliminaron en los cuartos de final de la Copa del Rey a los malagueños en el Martín Carpena y el Unicaja les ha ganado las dos finales en las que se han enfrentado últimamente: la Copa del Rey de Badalona 2023 y la BCL de Belgrado 2024.

Dos proyectos que si se impone la lógica deberían jugar las semifinales de la ACB ante los gigantes Real Madrid y Barcelona. Esas semifinales deben ser el objetivo para ambos. Ahora es el tiempo de resetear y buscar una preparación express para afrontar la primera ronda de play off a tope, aún a costa de perder algún partidos más en esta Liga Regular. Carpe Diem…