Opinión | La libreta del duque de Chantada

Ganar a las expectativas

Las expectativas están por las nubes como pasó hace un año antes de la Final Four de la BCL en Málaga y hace unas semanas de la Copa también en la Costa del Sol

William Benson Thomas (Baltimore, 1 de julio de 1986), durante el entrenamiento en Belgrado

William Benson Thomas (Baltimore, 1 de julio de 1986), durante el entrenamiento en Belgrado / L.O.

Los rivales dicen que ganará Unicaja. Los directores deportivos dicen que ganará Unicaja. Las casas de apuestas dicen que ganará Unicaja. Los medios de comunicación decimos que ganará Unicaja. Los fans están seguros de que ganará Unicaja. Unicaja es líder de la ACB, la mejor competición nacional del mundo, después de la NBA. Sólo Unicaja y Valencia han sido capaces de ganar este año en Murcia, nuestro rival en semifinales. Unicaja es el único equipo que llega a la Final Four habiendo ganado la jornada anterior a un equipo de Euroliga. Unicaja eliminó a Murcia la pasada temporada en cuartos de final de la BCL por 2-0. Unicaja ganó los 6 partidos de la fase previa de la BCL como hicieron los 2 últimos campeonatos. Y así podría seguir y seguir hasta el final de esta página. ¿Qué puede salir mal? Pues todo.

Las expectativas están por las nubes como pasó hace un año antes de la Final Four de la BCL en Málaga y hace unas semanas de la Copa también en la Costa del Sol. Las expectativas son tan altas que estamos a cinco minutos de que, si el equipo gana la competición, no haya nada que celebrar porque es lo normal y si se pierde, aunque sea en la prórroga de la final y con un triple sobre la bocina, sea un fracaso. Afortunadamente creo que el equipo llega vacunado después de los reveses antes citados, pero estaría bien disfrutar el camino, pero no cargar la mochila del equipo de piedras. Las expectativas y las comparaciones, aunque a veces no nos demos cuenta, suponen una carga adicional que no deberían llevar. Marcos Delía, ahora jugador de Udine y ex jugador de la ACB en Murcia y Badalona, contaba en una entrevista que de pequeño le comparaban con Fabricio Oberto. Confiesa que le gustaba y disfrutaba de ello, pero que con el tiempo se ha dado cuenta que esa comparación ha sido una mochila cargada de piedras que le ha limitado en su progresión y rendimiento.

Unicaja debe luchar por ganar esta competición, pero no tiene la obligación de ganarla, y perder no será un fracaso. Esta temporada está siendo aún más histórica por la forma en que juega el equipo y por los resultados que obtiene que la anterior. Una temporada para seguir consolidando un proyecto ganador que está provocando que haya grandes jugadores que quieren venir a jugar a Málaga, aunque el equipo no juegue la Euroliga. Conservar este proyecto es lo esencial y lo más importante. La primera piedra en el camino es el Murcia. Un «eterno» enemigo de las 2 últimas temporadas que llega a este encuentro en un buen momento y con tres jugadores que no estaban en el partido disputado en la ACB en la costa cálida, Marko Todorovic, Jonah Radebaugh y sobre todo Simon Birgander. El sueco, que comenzó la temporada a ritmo de MVP hasta que se lesionó en la jornada 13, ha vuelto hace 4 partidos y está preparándose para el encuentro de esta noche. Un aterrizaje a unos 10 minutos por partido para recuperar sensaciones. Ennis, los hermanos Kurucs, Sant-Roos, Caupain, Sleva, Radovic, Hakanson o Jelinek forman el segundo mejor equipo de esta competición solo por detrás de Unicaja.

Un partido difícil, probablemente el más difícil de esta Final Four, para obtener un pasaje a la gloria y ganarse el derecho de luchar por un título e igualar al glorioso equipo de los embajadores Berni y Cabezas que en 2005 y 2006 consiguió dos títulos en dos temporadas consecutivas. Carpe diem.