Crónica

El Málaga CF aumenta su crisis con La Rosaleda (1-1)

Los de Sergio Pellicer empatan ante el AD Mérida en una nueva evidencia de escasez de ideas ofensivas y con una solidez defensiva que se tambalea

El cambio de horario oficializado 48 horas antes no pareció ser notificado al Málaga CF. De hecho, los boquerones se olvidaron del partido que debían disputar a las 12 de la mañana, acordándose de jugar solo después del descanso, pero mostrando que las ideas ofensivas siguen siendo escasas.

Jugadores y banquillo completaron una comparecencia durante la primera mitad que anduvo cerca de ser nula. Tanto fue así que, sin haber rebasado la decena de minutos, llegó el primer gol en forma de calamitosos errores de Nelson Monte y Juande, quienes cuajaron uno de los peores partidos de la defensa malaguista en la temporada. El cordobés disputó un balón aéreo cercano a la zona de banquillos que no consigue despejar, sino prolongar para que Monte sí consiga alejarlo escasos metros. Sin embargo, el central portugués abandonó por completo su posición y vendiço su espalda a precio de saldo. Busi aprovechó la concesión y apuró hasta el área para definir con solvencia en el mano a mano para adelantar al Mérida en el 8'. Poco pudo hacer un Alfonso Herrero que trató de abarcar sin éxito la mayor parte posible de la portería.

Lesión de Ramón

Las malas noticias fueron la única constante de los locales durante los primeros 45 minutos. Tras un fallo clamoroso de Dioni solo ante Juanpa, Ramón se acercó al banquillo para hablar con Pellicer. El de Órgiva había regresado a la titularidad tras más de un año, aunque no pudo superar la mitad del primer tiempo. En el 22' fue sustituido al haber percibido unas molestias en el cuádriceps derecho, por lo que queda pendiente de evolución y de las pruebas médicas. En su lugar ingresó David Larrubia, que ocupó la mediapunta y desplazó a Dani Lorenzo al interior, variando el plan de partido en la zona de medios.

La frustración era palpable conforme corría el reloj, escenificándose en una estéril falta de Carlos Puga en el 33' alrededor de una de las esquinas del campo emeritense. Sin ideas y con una dependencia de un Dani Lorenzo que trató de cargar con el peso del juego sin éxito por falta de acompañantes, los blanquiazules se marcharon al descanso inmersos en un mar de dudas y en busca de un balsámico paso por vestuarios.

Mejoría tras el descanso

En la segunda mitad se trató de ofrecer algo distinto. A pesar de ello y de la primera intentona de acercarse a meta rival, dos nuevos errores, el primero de Nelson Monte y el segundo de Juande, que parecían repartírselos con egoísmo a lo largo del mediodía del domingo, permitieron al Mérida asustar a un Málaga que, en una nueva ocasión, necesitó de su guardameta. Alfonso salvó en un nuevo mano a mano un remate raso en el 47', que conformó una de las últimas llegadas de peligro de los visitantes. A partir de entonces, los de Martiricos se crecieron en una Rosaleda que albergó una de sus peores entradas del curso, propiciado mayoritariamente por la modificación horaria.

Tras disparos de Larrubia y Ferreiro desde el pico del área que pusieron en problemas al arquero y zaga visitantes, el balón comenzó a circular con mayor celeridad. Justo antes de cumplir la hora de juego, el tan mencionado Nelson Monte, que, para sorpresa debido a su condición de central, estuvo acertado en ataque y errático sobremanera en defensa, apareció en la frontal del área para generar superioridad. Ese movimiento liberó el carril de David Ferreiro, que detectó a Dioni en una posición realmente favorable y le regaló el gol. El malagueño, que volvía a la titularidad por la sanción de cinco amarillas de Roberto, se reencontraba con el gol.

Dioni hizo el tanto del empate a uno en el Málaga CF - AD Mérida.

El Málaga CF celebra el empate de Dioni / Gregorio Marrero

Lo que debió mantenerse en un acoso y derribo perdió ciertas revoluciones, pues a pesar de que los malaguistas permanecieron instalados en campo rival, no supieron encontrar la vía al segundo tanto. En realidad, sí que lo hizo un recién ingresado Dani Sánchez, aunque en posición adelantada. El linier señaló un milimétrico fuera de juego que desbarató la mejor ocasión desde el empate. Desde entonces y hasta el final, demasiado corazón para tan poca cabeza. La sucesión de centros, muchos de ellos sin encontrar rematador, no surtió efecto en el intento por retener los tres puntos. El Málaga sigue en crisis con La Rosaleda, pues ni venció ni convenció. Y ya hace demasiado tiempo desde que esas dos variantes se citan en el feudo blanquiazul.