Este jueves, 30 de mayo, se cumplen 20 años desde que el Málaga CF logró la gesta de ascender a Primera División después de haber pasado sólo un año en el 'infierno' de Segunda (llegando en aquella ocasión desde la Segunda División B). El peregrinaje lejos de la máxima categoría se había prolongado durante nueve interminables campañas, con el desgraciado episodio de la desaparición del Club Deportivo Málaga, pero dos ascensos de forma consecutiva posibilitaron en aquel momento el regreso a la elite para los malaguistas.
La victoria definitiva se logró la mañana del 30 mayo de 1999 en La Rosaleda ante... el Albacete Balompié (3-2). Sí, el "Alba", el mismo rival que espera este domingo, esta vez en su campo del Carlos Belmonte, no con el premio del ascenso directo a LaLiga Santander, pero sí con el aliciente de certificar oficialmente el pase al play off y alcanzar la tercera plaza de la clasificación a falta solo de la última jornada, el siguiente sábado, día 8, en La Rosaleda, frente al Elche.
El Málaga debe agarrarse este domingo a aquel espíritu de 1999. El canterano Bravo y los portugueses Edgar y Agostinho fueron los autores de tres goles que hicieron temblar los cimientos de La Rosaleda. Fue un triunfo tras remontada en la jornada 39 de aquella Liga, a cuatro del final de la temporada. El Málaga necesitaba el triunfo para asegurarse el ascenso de forma matemática, ya que le llevaba nueve puntos al Rayo Vallecano, cuarto clasificado (en aquella temporada ascendían los tres primeros de forma directa y no existía la posibilidad del play off).
Contra el Albacete Balompié no podrá conseguirse de forma matemática esta vez el ascenso a la máxima categoría, pero sí podría certificarse el pase a las eliminatorias por el título y casi asegurar la tercera plaza, lo que daría ventaja de campo a los malaguistas en las dos eliminatorias que hay que superar para lograr el ascenso vía play off.
El bloque dirigido por Joaquín Peiró necesitaba aquel día la victoria y la consiguió gracias a una remontada. Porque el Albacete fue el que dio primero. La afición un poco veterana se sabe de carrerilla aquella alineación que propició la hazaña formada por Rafa; Bravo, Larrainzar, Roteta, Valcarce; Rufete, Movilla, Sandro, Agostinho; Edgar y Catanha.
Fueron los protagonistas que derrotaron al Albacete (3-2) para asegurar matemáticamente al ascenso. Además de los jugadores mencionados, componían también la plantilla Brahim, Dorado, De los Santos, Basti, Lekovic, Ismael, Cristian Díaz, Popovic, Zárate, Afriyie, Sánchez Broto, Caracol, Milijas y Rodrigao.
José Juan Luque, que años después vestiría la camiseta blanquiazul, adelantó al cuadro manchego al aprovecharse de una cesión demasiado corta de Bravo a Rafa. Dos goles del propio Bravo y Edgar encarrilaron la remontada y la fiesta. Agostinho marcó el 3-1 y un gol de Gustavo Díaz en la segunda mitad solo valió para generar un poco de impaciencia antes del éxtasis provocado por el pitido final del entonces un casi imberbe Undiano Mallenco, que es precisamente noticia estos días por su retirada del arbitraje.
Fue un domingo muy largo en Málaga. El choque se jugó al mediodía y la fiesta del ascenso duró toda la tarde hasta la madrugada del lunes. Una marea humana invadió el Paseo del Parque para acompañar al autobús con los protagonistas del ascenso. Al día siguiente, en la recepción en el Ayuntamiento, fue cuando Fernando Puche anunció la renovación de Joaquín Peiró desde el balcón de la casa consistorial.
A partir de entonces el club de Martiricos inició una etapa muy fructífera en la que se asentó en la elite y en la que se pusieron las bases de lo que todo llegó años después. Ahora, 20 años después, el Málaga CF tratará de repetir aquella gesta y ascender a la elite del fútbol español. No podrá ser de manera directa, pero sí es posible a través de las eliminatorias por el ascenso que arrancarán nada más que acabe la fase regular liguera, dentro de un par de fines de semana.
