Dicen que Cristiano Ronaldo es uno de los mejores lanzadores de penaltis de la historia del fútbol. Y eso que para siempre le perseguirá su error ante el Bayern de Múnich en las semifinales de la Liga de Campeones de la pasada temporada. Neuer adivinó la dirección de la pelota lanzada por el 7 merengue y la «Décima» se quedó en el camino. Algo parecido le ocurrió en la final de la Liga de Campeones del año 2008, cuando todavía era jugador del Manchester. Entonces, el portero del Chelsea, Petr Cech, adivinó el lanzamiento de CR7, pero sus compañeros enmendaron el error y el United se coronó campeón y alzó la «Orejona».

Pero dos errores puntuales no emborronan su trayectoria y su eficacia desde el punto fatídico. Y es que CR7 es capaz de juntar potencia, colocación y autocontrol, las tres premisas necesarias para ser un gran pateador desde los 11 metros. Las cifras globales, desde luego, les dan la razón a los que piensan que el portugués es un crack en esta faceta del juego. Desde que llegó al Real Madrid ha lanzado 37 penaltis en la Liga BBVA y ha marcado 34 goles. Diego Alves, en su etapa como portero del Almería, y Gorka Iraizoz, guardameta del Athletic de Bilbao, eran hasta anteayer los dos únicos «elegidos» capaces de ganar un mano a mano con Cristiano en una pena máxima.

Willy Caballero, portero del MálagaCF, es ahora el tercer arquero que puede presumir en el fútbol español de haber parado un «penal» al astro de Madeira. Eso sí, con el castigo de que le ha costado una lesión que todavía está por ver el alcance que tiene. Con 1-1 en el marcador del Santiago Bernabéu, Sergio Sánchez cometió un dudoso penalti sobre el propio jugador portugués. CR7 cogió el balón y se fue hacia el punto de penalti con toda su parafernalia habitual de colocación del esférico, pasos hacia atrás, resoplido y mirada al frente. Gil Manzano pitó y el luso golpeó el balón tan violentamente como siempre, pero con menos colocación de la habitual. Caballero se tiró hacia su derecha, pero en pleno vuelo estiró su pie izquierdo para desviar el balón evitando el gol. El tobillo de Willy salvó en ese momento al Málaga, pero no pudo resistir la violencia del impacto del balonazo a ¡¡127 kilómetros por hora!! Caballero se levantó como pudo, pero tras ser atendido tuvo que abandonar el partido con un esguince del ligamento lateral interno del tobillo izquierdo que le impedirá estar el domingo defendiendo la meta albiceleste contra el Sevilla.

@emilio6fdez