Sanidad

La soledad y el calor se convierten en los principales riesgos para la salud de los mayores en verano

Los expertos recomiendan establecer una rutina de llamadas con los familiares de manera regular, evitar salir durante las horas de máximo calor y tomar alimentos frescos y ligeros

La ausencia de actividad y la soledad perjudican la salud de los mayores.

La ausencia de actividad y la soledad perjudican la salud de los mayores. / AXEL ÁLVAREZ

Arancha Tejero

Arancha Tejero

La mayoría de las personas celebran la llegada del verano, ya que se asocia con vacaciones y diversión. Sin embargo, según un estudio reciente desarrollado por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), el 11,4% de la población española mayor de 65 años afirma sentirse más triste durante la temporada estival. 

La familia se va de vacaciones, el calor disminuye las ganas de salir a la calle y, en definitiva, se reduce la internación con el entorno, lo cual puede derivar en una sensación de soledad, que ya se ha demostrado que puede tener efectos negativos en la salud de las personas mayores, al poder afectarles a su autoestima, estado de ánimo e interés por relacionarse. Además, este aislamiento social prolongado incrementa el riesgo de distimia, ansiedad y enfermedades neurodegenerativas como la demencia senil, el Alzheimer y el Parkinson

A pesar de ello, cada vez son más los mayores que viven y se sienten solos. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 340.000 andaluces mayores de 65 años viven sin compañía. Este incremento de la sensación de aislamiento ha sido también percibida desde Cuideo, una compañía de cuidado y asistencia de mayores a domicilio en toda España, que ha advertido que sus servicios en Andalucía han crecido un 25% en comparación con el año anterior.

Aumenta la demanda de cuidados

En el caso de Málaga, el incremento ha sido incluso mayor, del 30%, y la demanda ha superado el 37%, gracias en parte a la apertura de una nueva oficina presencial en la capital, según los datos facilitados por Sahily Deus, Responsable de Atención de las Familias de Cuideo, que señala que esta sensación de soledad “es un problema que tenemos a nivel de sociedad y que no solo crece en Málaga, sino en todas las ciudades”. A lo largo de los casi nueve años que la compañía lleva operando en la provincia han atendido, aproximadamente, a 3.200 familias. Actualmente, atienden a más de 300. 

La soledad no deseada es un estado emocional de aislamiento, incomprensión y exclusión social.

La soledad no deseada es un estado emocional de aislamiento, incomprensión y exclusión social. / FREEPIK.

Desde la empresa recuerdan que con la llegada del verano los efectos del calor, la soledad y la falta de interacción con el entorno cercano representan “riesgos significativos” para la salud de las más de 1,2 millones de personas mayores en Andalucía. Asimismo, recalcan que las interacciones sociales de calidad son “fundamentales” para la salud física y mental y el bienestar de las personas. 

Consejos para combatir la soledad

Por ello, para combatir esta sensación de soledad que amenaza con agravarse durante el verano, los expertos de Cuideo ofrecen una serie de consejos, entre los que destacan la importancia de establecer una rutina de llamadas o videollamadas con familiares y amigos de manera regular. También recomiendan escribir cartas o diarios para fomentar la escritura; plantar y cuidar plantas, como rutina diaria que fomenta el sentido de la responsabilidad; o jugar a juegos de mesa, para mantener la mente activa.

Otro de los principales peligros para las personas mayores durante el periodo estival son los efectos del calor. Como señala la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), a partir de los 65 años, el riesgo de sufrir un golpe de calor aumenta, por lo que conviene incrementar las precauciones en las personas mayores ante la subida de las temperaturas. En este sentido, desde Cuideo subrayan la importancia de identificar los síntomas de las altas temperaturas en personas mayores “para poder actuar a tiempo y evitar consecuencias mayores”. 

Síntomas golpe de calor

Dolor de cabeza, piel seca, sudoración excesiva, respiración agitada, pulso excesivo, hiperventilación, sensación de debilidad, calambres y fiebre, en aquellos casos más graves, son señales de alarma de que se está sufriendo un golpe de calor.

Algunas medidas para proteger a los mayores durante el verano, según los especialistas en cuidados, pueden ser incrementar el consumo de platos fríos como gazpachos, sopas frías o ensaladas. Asimismo, mantener la vivienda fresca y ventilada, especialmente entre las 11.00 y las 17.00 horas, que son las de mayor calor y exposición solar, ayuda a reducir los efectos negativos del calor. También es aconsejable vestir con ropa ligera, fresca y de colores claros, así como realizar baños de esponja o duchas frecuentes para bajar la temperatura corporal, y, por supuesto, evitar salir durante las horas de mayor calor.

Verano, época de riesgo

"Durante el verano, especialmente cuando el resto de familiares está de vacaciones, los cuidadores juegan un importante papel de compañía. Además, se trata de un colectivo muy vulnerable al que le afecta mucho el calor y los cuidadores se encargan de minimizar el impacto”, señala Adrià Buzón, CEO de Cuideo, que asegura que los cuidadores se adaptan a los horarios para que no salgan a la calle en las horas peligrosas de sol, supervisan su correcta hidratación e incentivan el consumo de agua.

Por su parte, Deus coincide en que el verano es una época donde las personas mayores se pueden sentir un poquito más solas y “experimentar un poco de bajón”. Por ese motivo, resalta la utilidad de la figura del cuidador sociosanitario, que no solo supervisa a la persona dependiente y se adelanta a posibles problemas, sino que “aporta tranquilidad a la familia al mandarles un reporte semanal de cómo se encuentra su ser querido al que a lo mejor no pueden visitar tanto como les gustaría”.