Los cocheros de caballos, sobre la caducidad de sus licencias: "Nos hemos enterado por los medios"

La noticia de la desaparición progresiva de los coches de caballos como actividad turística para 2035 ha tenido un fuerte impacto en el gremio. En 2015, el Ayuntamiento aprobó una ordenanza en la cual se concedió una vigencia máxima de 20 años para las licencias de los carruajes. Esta decisión deja en duda el futuro laboral de los cocheros, algunos están en esta profesión desde hace varias generaciones.

Los trabajadores se mostraron indignados y enfadados con la imposibilidad de mantener sus licencias. No solo porque la economía familiar depende de ello, sino porque además recibieron la noticia por los medios de comunicación. "Ningún miembro del Ayuntamiento nos informó sobre esto, salió la caducidad de nuestra licencia y nosotros no sabíamos ni que hubo una reunión", afirma uno de los cocheros. Estos han querido preservar su anonimato.

A pesar de que lleva nueve años aprobadas esta legislación, en la Comisión de Urbanismo celebrada en el Ayuntamiento el día 15, la concejala de Movilidad volvió a recordar que hay una caducidad para la licencia de los cocheros. Fue en este recordatorio cuando varios de ellos conocieron la existencia de una fecha límite. "Nos sentimos abandonados por el Ayuntamiento", declaran.

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Condición animal

Uno de los motivos del cuestionamiento de esta profesión es el trato a los animales, los detractores denuncian que están expuestos al sol y a las altas temperaturas. Los cocheros desmienten estas acusaciones: "están toda la mañana a la sombra, intentamos siempre que no pasen calor y los resfrescamos a menudo con cubos de aguas y esponjas", alega otro de los trabajadores.

"Solo trabajan dos días a la semana, pero comen la semana entera. Somos varios los que estamos desde hace muchos años con estos animales, si realmente estuviesen descuidados no aguantarían tanto tiempo" alega. "Los animales viven en buenas condiciones, solo hace falta mirarlos."

Gasto público

La concejala de Movilidad, Trinidad Hernández, alegó en el Pleno que la rutina de los coches de caballos ha supuesto para el consistorio un gasto de 500.000 euros, la edil aclaró que estos trabajadores no quieren utilizar herraduras de goma como en otras ciudades. A las declaraciones de la concejala han contestado los mismos cocheros, alegando que es "imposible" que las reformas costasen ese dinero, pues el mantenimienimiento al asfalto fue mínimo. "Solo han rellenado los cuatro agujeros que había en el estacionamiento de los caballos."

"Las herraduras de goma no son viables en los caballos, justamente hicimos una prueba con los miembros del Ayuntamiento presente y ellos mismos vieron que le caballo las rechaza. Piden que tengamos en cuenta el ciudado del animal pero no entienden que las herraduras de goma les hacen daño", recalca el cochero.

El futuro de estos trabajadores es incierto, a algunos de ellos les expira la licencia cuando tengan 60 años. "Con esa edad como quieren que encuentre trabajo, y todavía no habré llegado a mi edad de jubilación", afirma uno de los veteranos.