Obituario

Fallece Francisco García Mota, eterno dean de la Catedral de Málaga

El sacerdote, quien durante 18 años presidiera el cabildo catedralicio y fuera el máximo responsable de la recuperación del Primer Templo, ha muerto este lunes a los 94 años de edad

Sus restos mortales se velan en la sala 1 del cementerio de San Gabriel (Parcemasa) pero mañana a las 10.00 horas, presidida por el obispo, será la misa corpore insepulto en la Catedral, antes de ser incinerado

Don Francisco García Mota, en el Patio de los Naranjos de la Catedral, en una imagen de archivo.

Don Francisco García Mota, en el Patio de los Naranjos de la Catedral, en una imagen de archivo. / GREGORIO TORRES

Ignacio A. Castillo

Ignacio A. Castillo

Ha fallecido el sacerdote Francisco García Mota, quien durante 18 años, hasta 2011, fuera dean de la Catedral de Málaga y, durante este periodo, el máximo responsable de la recuperación del Primer Templo de la diócesis, impulsor de las obras de rehabilitación, de la creación de la Escuela Taller Molina Lario o de la campaña 'Salvemos la Catedral', entre otras iniciativas.

García Mota nació en Cortes de la Frontera hace 94 años. Era un cura cercano y afable, que sintió la llamada del Señor de pequeño, con solo 12 años de edad. Viendo la alegría de un grupo de seminaristas que paseaban por las calles de Gaucín, donde fue trasladado su padre, que era practicante, pidió a su familia ingresar en el Seminario.

Nada más ordenarse sacerdote en la capilla del Seminario de Málaga el 8 de diciembre de 1954 y antes de terminar los estudios fue nombrado superior del Seminario, una ocupación que ejerció durante 12 años, aunque durante muchos más también fue profesor del centro. Esta labor la compaginó, nada más terminar su formación religiosa, con un año de aprendiz en la parroquia de Huelin.

También fue nombrado capellán de Su Santidad.

Hacia 1967 fue nombrado delegado de Enseñanza y Catequesis de la diócesis. Por entonces estaba estudiando Magisterio, un camino que le llevaría, años después, a doctorarse en Pedagogía por la Universidad de Salamanca. Durante esos años vivió la profunda transformación educativa que supuso la ley del 70. A comienzos de esta década, pidió ser nombrado párroco en alguna parroquia y el administrador apostólico Emilio Benavent, porque entonces Málaga no tenía obispo, le envió a Nuestra Señora de la Paz.

Dean desde 1991

Tras opositar para canónigo, en 1991 fue nombrado dean, puesto que desempeñó durante 18 años.

También fue profesor de Magisterio en la Universdidad de Málaga. Fue miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga, correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla y estuvo vivamente implicado en la actividad cultural de la ciudad y la defensa de su patrimonio, como el propio Acueducto de San Telmo o el antiguo Hospital de Santo Tomás.

Siempre fue defensor de terminar la obra de la Catedral, con la inclusión del tejado a dos aguas previsto en los diseños originales y contrario a la propuesta de la Junta de Andalucía de crear una quinta fachada que, a la postre, se demostró completamente errática. El pasado 12 de abril asistía, de hecho, al arranque de los trabajos de la construcción de esta cubierta.

Antonio García Mota, antiguo Dean de la catedral de Málaga, asiste al inicio de la obras de la cubierta del templo malacitano.

García Mota, en el acto de inicio de la obras de la cubierta del templo malacitano. / Álex Zea

Sus restos mortales se velan en la sala 1 del cementerio de San Gabriel (Parcemasa). La misa, corpore in sepulto, será mañana martes 16 de julio a las 10.00 horas en la Catedral, presidida por el obispo, Jesús Catalá y posteriormente será la incineración. 

Una calle en el Centro

En diciembre de 2011, pocos meses después de dejar su cargo al frente de la Catedral, el Ayuntamiento de Málaga le dedicaba una calle en el Centro, en concreto, en el tramo lateral del Palacio de la Aduana, donde finaliza Guillén Sotelo. El alcalde, Francisco de la Torre, fue el encargado de descubrir la placa de esta calle en un acto al que asistió el propio García Mota y el obispo.