Crónicas de la ciudad

Una obra artística se nos va junto a los Jardines de Picasso

‘Entre, espacios para desaparecer’, sigue esfumándose poco a poco. El grupo escultórico de Joaquín Ivars, de 2001, ‘perdió’ sus chanclas de bronce, está vandalizado por grafiteros y se confunde con bancos sin patas

El grupo escultórico, olvidado y vandalizado frente a los Jardines de Picasso, esta semana.

El grupo escultórico, olvidado y vandalizado frente a los Jardines de Picasso, esta semana. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En el año de la Odisea en el espacio, en 2001, el Ayuntamiento de Málaga puso en marcha un estupendo plan de arte urbano, que incorporó escultura moderna a las calles de la ciudad.

En esa tanda se inauguraron obras como la ‘Casa dorada para pájaros’ de Jaume Plensa, en la plaza de Félix Sáenz; la ‘Paloma Quiromántica’ de calle Bolsa, inspirada en Rafael Pérez Estrada y la obra que hoy nos ocupa y que se encuentra englobada en el entorno del ‘cementerio artístico’ de los Jardines de Picasso.

Se trata del grupo escultórico ‘Entre, espacios para desaparecer’, realizado por el artista y profesor de la UMA Joaquín Ivars

La obra de Joaquín Ivars, en la mediana junto a la avenida de la Aurora.

La obra de Joaquín Ivars, en la mediana junto a la avenida de la Aurora. / A.V.

Se encuentra en una parte de los antiguos Jardines de la Aurora, desgajada de su parte principal -los hoy Jardines de Picasso- por el nudo vial de la zona. De hecho, aunque conserva una vegetación parecida, incluido un par de centenarios ficus, el área del que hablamos conforma una gigantesca mediana entre la avenida de la Aurora y la calle Walt Whitman, la del Centro Larios

Allí dormita esta obra que, ciertamente, hace honor a su nombre, pues lleva años desapareciendo poco a poco.

Aunque los elementos de la obra son la piedra caliza y el bronce, de este último material no queda ya ni un gramo. 

Porque lo que daba originalidad a la obra es que estas piezas de caliza, colocadas de dos en dos, estaban unidas a modo de puente por unas chanclas de bronce.

Detalle de una de las piezas de Joaquín Ivars, con la avenida de la Aurora de fondo.

Detalle de una de las piezas de Joaquín Ivars, con la avenida de la Aurora de fondo. / A.V.

Desaparecidas en combate, es decir, arrancadas por nuestros homínidos, seguramente para venderlas, fundirlas y a otra cosa; el grupo escultórico ha perdido todo el sentido y está como el barco del arroz: perdido en este parterre y, por su forma y disposición, confundido con toda razón con bancos sin patas, para quien se anime.

Completa el panorama la vandalización de lo que queda, porque las piezas o están rotas, o están pintadas, o ambas cosas. 

A los grafitis garrulos hay que sumar la aparición del auténtico Pedro Picapiedra, pues un tal ‘Pedro’ ha cincelado su nombre en la obra artística.

Vandalismo picapedrero en la obra de Joaquín Ivars, junto a la avenida de la Aurora.

Vandalismo picapedrero en la obra de Joaquín Ivars, junto a la avenida de la Aurora. / A.V.

En 2021, la restauradora Marina Riera, en su Proyecto Fin de Máster sobre diagnóstico del estado de conservación del Patrimonio, estudió varias obras artísticas de las calles de Málaga y concluyó que el estado de conservación general de la obra escultórica de Joaquín Ivars era el de «estado de ruina»

Tres años más tarde, sigue desapareciendo ante nuestros ojos.

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