Diario de lecturas

Leer a McCartney para recordar a Denny Laine

Denny Laine.

Denny Laine. / L. O.

Uno de los regalos que ya he pedido en mi carta a los Reyes Magos es ‘Letras’ (Libros Cúpula, 2023), el tocho de más de 600 páginas en el que Paul McCartney repasa buena parte de su repertorio. Y aunque yo comencé siendo un fan irredento de The Beatles, hoy soy un incondicional de Wings, esa banda tan denostada e incomprendida en la que McCartney se refugió en los setenta para sobrellevar su separación de John Lennon. De ‘Letras’ lo que más me interesa, mucho más que volver a leer las anécdotas desgastadas sobre ‘Yesterday’ o ‘Let It Be’, es todo lo que ahí comparta sobre sus años con Denny Laine, fiel escudero de su aventura setentera. Mi ilusión era descubrir los entresijos de álbumes como ‘Red Rose Speedway’ (1973) o ‘Venus and Mars’ (1975), esas maravillas a las que siempre vuelo con sorpresa y regocijo. Ahora, tras saber en estos días de la muerte de Laine a los 79 años, esa lectura va a servir de sincero y sentido homenaje a un músico que sé desconocido para muchos pero que para mí es casi como alguien de la familia, cuya voz y guitarra sé reconocer al instante, y al que le estoy agradecido por todo lo que me ha dado, siempre desde la sombra que un gigante como Paul McCartney proyectó sobre él. Gracias, Denny, me pongo ‘Wings at the Speed of Sound’ (1976) otra vez y esperaré a que suene ‘Time to hide’.