Diario de lecturas

Leemos más porque los milagros existen

Leemos más porque los milagros existen.

Leemos más porque los milagros existen. / JLGG

José Luis G. Gómez

Son muchos los que están empeñados en lanzar lemas amables como ‘Leer está de moda’ o ‘Leer es sexy’, y estas campañas bienintencionadas disfrutan del respaldo de las estadísticas y los análisis de la industria editorial: hoy tenemos los datos más positivos y esperanzadores de la última década. Pero me temo que estas campañas están construidas para satisfacer las ilusiones de quienes las crean, y quizá para pasear bolsas de tela que muchos consideran guays. Lo cierto es que no existe una verdadera campaña nacional de fomento de la lectura. Todos estos disparos al aire no han provocado la vuelta de algunas de las librerías que han resucitado ni han recuperado lectores –eso último se lo debemos a la pandemia de Covid-19, así que si creemos a nuestros taxistas más conspiranoicos quizá debamos dar las gracias al Pentágono o al Gobierno de China, según el día-. Si queremos que esta ola sea duradera y no el resultado favorable de una tragedia global, debemos ponernos a exigir que la lectura sea defendida y promovida de forma organizada. Porque no sé si leer está de moda, y la verdad es que dudo mucho que sea sexy, pero no tengo ninguna duda que es necesario para que nuestra sociedad tenga un futuro mejor que nuestro tormentoso y agrio presente, con las fronteras manchadas de sangre y un Estado desigual y en crisis permanente.