Alimentos

Los tesoros cítricos del Guadalhorce

Más allá de su consabida vitamina C, los agrios siguen siendo esenciales en la cesta de los malagueños, aunque en menor medida. La Covid-19 ha acuciado una bajada en las ventas. El consumidor final no gasta tanto y el cierre de la hostelería, motor y salida para muchos agricultores de la comarca, tampoco ayuda. Pese a todo, el sector sigue luchando para sacar adelante una cosecha que este año es de extraordinaria calidad y sabor

Los tesoros cítricos del Guadalhorce

Los tesoros cítricos del Guadalhorce / POR LAURA ESCOBAR

Laura Escobar

Pensar en naranjas, limones, pomelos o mandarinas es pensar en el Valle del Guadalhorce. Sus cítricos son conocidos y muy recurrentes en nuestra dieta diaria, si bien el limón está presente todo el año gracias a sus diferentes variedades. Los cítricos los tomamos en recetas dulces como bizcochos, magdalenas, tartas o mermeladas; cocinados con pescados como el salmón, los boquerones, la merluza o la lubina; con marisco o servidos en ensaladas y acompañando a carnes de caza, pollo, ternera o cerdo. Incluso tienen buen uso en combinados con licores al natural o deshidratados. Y es que el secar cítricos en Málaga, viene de cuna, aunque no fuera exactamente para uso gastronómico. Estas polifacéticas frutas son, además, una fuente de propiedades nutricionales imprescindibles, económicas, de kilómetro cero y fáciles de encontrar en su versión eco en Málaga. Por ello, los agrios de nuestra huerta deberían estar presentes en nuestra mesa. ¿O no? Según el sector este año la cosa está de capa caída. «No hay alegría como otros años», apuntan. La pandemia también afecta a los cítricos malagueños.

«Extraño» es el calificativo que Guillermo Aranda, gerente de Cítricos Málaga S.A.T., que engloba a buena parte de agricultores del sector en la zona-, otorga al consumo de este año cuando se le pide una valoración general. «No hay hostelería y se nota. Ahí tenían salida los calibres más pequeños. Esto ha afectado sobre todo a la navelina -la primera en cosechar», asegura. Para el resto de variedades como la navelate o la lanelate no habrá problemas, apostilla. Y eso que la campaña está siendo óptima tanto en sabor como en calidad. Pero hacer una previsión en consumo es complicado por la situación. Este año va lento.

Para el limón también es un año atípico. Los precios altos de ejercicios anteriores se acabaron. Ha caído y mucho. No renta. El cierre de la hostelería también se nota. Aunque en general, Guillermo comenta que el consumo es escaso más allá del canal horeca. Y eso que es una de las frutas más baratas. En cuanto a la mandarina, la cosa va a menos desde el origen en términos generales. La que se cultiva en Málaga es de muy buena calidad, pero tampoco merece la pena. «No se paga lo que vale producirla y las fincas se están transformando a otras variedades», precisa el gerente de Cítricos Málaga, cuya producción total de sus cítricos ronda los 16 millones de kilos.

Los tesoros cítricos delGuadalhorce

Los tesoros cítricos del Guadalhorce / POR LAURA ESCOBAR

Frutas con historia

Según datos del cultivo de cítricos del GDR Valle del Guadalhorce es uno de los más importantes de la totalidad de las actividades agrarias de la comarca, ocupando el 62,14% de las tierras de regadío, lo que representa el 32,8% de la producción total de la provincia de Málaga y el 8% de la producción total de Andalucía. El desarrollo de los cítricos en esta comarca se vio favorecido por el alto grado de productividad alcanzado gracias a las condiciones climáticas y a la abundancia de agua que caracterizan al valle. Actualmente, las principales especies cultivadas son los limoneros, con 4.500 hectáreas, el naranjo, con 3.600 y el mandarino con 675. Además, hay que tener en cuenta que dichos cultivos se conocieron en el Valle del Guadalhorce desde la Edad Media, lo que significa que tienen gran arraigo.

Sin embargo, más allá de su consumo como fruta, los cítricos tenían como actividad complementaria el secado de sus pieles en los denominados ‘cascareros’. Allí se secaban las cáscaras de los cítricos y otros productos como las almendras o los higos que eran transportadas para utilizarlas en la fabricación de pólvora. Y tampoco es casualidad que estas construcciones rurales estén a lo largo de las estaciones del ferrocarril Málaga-Álora, ya que su fin era el transporte, según datos del propio GDR Valle del Guadalhorce.

A esta historia con raíces tan férreas hay que añadir que son los cultivos de regadío principales de la comarca por la sencillez de sus labores, fácilmente adaptables al tipo de agricultura a tiempo parcial que predomina en la zona. Así, el Valle del Guadalhorce se ha convertido en la principal zona citrícola de la provincia de Málaga y en la zona de Andalucía con mayor superficie de limón.

Todos estos factores han creado una fuerte raigambre ya que el ‘año cítrico’ va de septiembre a septiembre, como indica el gerente de Cítricos El Romeral, Miguel Ángel Gómez. Eso es debido a las diferentes variedades que cubren todo el año de forma escalonada. Su empresa vende al por mayor y también ha notado como la cosa no termina de arrancar. «Ahora mismo veo el tema muy mal y no lo tengo claro. Imagino que es porque la gente no tiene tanto dinero o se lo reserva, pero la venta es menor y tampoco ayuda que se consuman variedades provenientes de otros países con mano de obra más barata. Resultado: precios más bajos para el consumidor final que no mira ni el origen ni la calidad», sentencia.

Ellos esta pérdida la notan, pero de forma distinta. El trabajar 100% en ecológico hace que se dirijan a un público muy diferentes que tiene un mayor poder adquisitivo y que busca el producto saludable sin importarles tanto el precio. Sin embargo, dicho público no está mayoritariamente en España. «El 95% de nuestros productos salen al resto de Europa. El cliente ecológico está en Austria, Suiza o Francia», comenta. Aunque también reconoce que grandes superficies en España ya hacen hueco para lo biológico. A eso se suman proyectos impulsados por la Junta de Andalucía que demanda la fruta ecológica en los colegios. «En España no hay concienciación, falta cultura de los ecológico que, para mí, es el futuro», narra Miguel Ángel.

El que sí tiene a sus clientes en la provincia de Málaga es Sergio Espinosa de Biomilanés. En Zalea tiene su finca ecológica de frutas y verduras, como lo son las de la mayoría de la zona del Guadalhorce. Y sí, «la cosa está parada», admite con resignación. Pese a tener ventas de sus naranjas, pomelos, limones y mandarinas, nota que hay menos dinero en la calle. Los estragos de la pandemia son transversales y ellos tampoco se escapan.

Su forma de trabajo es al día. Corta a diario y vende lo que recolecta en esa jornada. De la huerta a la mesa sin intermediarios. La caja de cítricos está a 25 euros y las reparte a domicilio a buena parte de la provincia. Llevan con este servicio desde mucho antes de que se iniciara la pandemia y su ruta va desde Marbella hasta Vélez-Málaga, lo que da tregua a la hora de abarcar clientela.

Los tesoros cítricos delGuadalhorce

Los tesoros cítricos delGuadalhorce / POR LAURA ESCOBAR

La salud, más allá de la vitamina C

Pato a la naranja, pavo al limón o ensalada con mandarinas y frutos secos son algunas de las posibilidades de integrar los cítricos en la cocina, si buscamos opciones más allá de la de pelar y comer. Sea como fuere, incluirlas en nuestro recetario es importante para garantizarnos una buena ingesta de sus nutrientes. Manuel Moñino, vicepresidente segundo del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas, precisa que es mejor comer los cítricos enteros antes que en zumo y recalca que, además de su conocida riqueza en vitamina C, también destaca su capacidad de mejorar la absorción del hierro dietético, de ahí la costumbre en la dieta mediterránea de consumirlas después de los platos de legumbres. «Los cítricos son ricos en fibra que es clave para la salud del aparato digestivo, esto es, la microbiota intestinal. También contienen sustancias fitoquímicas, flavonoides y terpenos que están siendo estudiadas por su potencial efecto en la salud», apostilla.

Sobre la naranja, más concretamente, Manuel Moñino hace hincapié en otro beneficio, menos conocido, como es el de su aporte de ácido fólico, clave para el crecimiento de los tejidos maternos durante el embarazo. Todas estas propiedades unidas al hecho de que comer producto de proximidad no sólo es sano sino también beneficioso para el medio ambiente, hace de los cítricos, como la mandarina, a criterio de Moñino, el tentempié idóneo para esta época en adultos y niños por su fácil transporte y dulce sabor.

La receta

SARDINAS MARINADAS EN CÍTRICOS DEL GUADALHORCE 

Fuente: http://micocinacarmenrosa.blogspot.com/ Toñi Sánchez 

Ingredientes: 6 sardinas · 1 naranja, 1 limón · 1 ramita de tomillo · 6 granos de pimienta negra · Sal común, sal en escamas · AOVE malagueño.

Elaboración: Limpiar las sardinas desescamándolas. Sacar las espinas y vísceras. Poner en agua con sal enjuagándolas las veces necesarias hasta que no suelten sangre. Lavar bien el limón y la naranja. Pelar ambos y cortar en juliana unos trozos de piel, sin la parte blanca y reservar. En un cuenco echar el zumo de la naranja y el limón, los trozos de piel de ambos, el tomillo y la pimienta negra. Secar con papel de cocina las sardinas e incorporarlas al cuenco con el resto de los ingredientes de forma que queden bien sumergidos e impregnados los filetes. Meter el cuenco en el congelador y dejarlo al menos 48 horas para evitar problemas de anisakis al consumirlas en crudo. Sacar del congelador y dejar macerar en el frigorífico, una vez descongelados los filetes, unas 24 horas aproximadamente para asegurarse el sabor. Para servir, escurrir bien las sardinas y presentarlas con la juliana de los cítricos, la pulpa de naranja, una ramita de tomillo, un aliño generoso con aove y unas escamas de sal.