Evitar tomar medicamentos ototóxicos, cumplir con el calendario vacunal, realizar pruebas de detección precoz de la sordera a todos los bebés y no dar medicamentos a los niños sin que lo haya prescrito un médico, son algunos de los consejos aportados por el responsable de la Unidad de Sordera y Vértigo del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid, Antonio Denia Lafuente, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Atención Otológica.

Asimismo, este experto ha subrayado la importancia de controlar y hacer un seguimiento médico a las embarazadas, vacunar contra la rubéola a todas las niñas, consultar al otorrinolaringólogo si se presentan repetidamente dolencias o enfermedades del oído y usar protectores cuando se trabaja expuesto a ruidos intensos o continuos.

Otras medidas para prevenir la pérdida de audición pasan por respetar los niveles seguros de volumen de reproductores de sonido y en locales de ocio y consultar al especialista si se tienen dudas y molestias en la audición, si tienen acúfenos (pitidos y ruidos), sensación de taponamiento, molestias a ruidos fuertes, problemas para escuchar ciertos sonidos o conversaciones.

1.100 millones de jóvenes están en riesgo de tener pérdida auditiva

Y es que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 360 millones padecen problemas de audición en todo el mundo y unos 1.100 millones de jóvenes podrían estar en riesgo de sufrirlo pérdida por prácticas auditivas perjudiciales como, por ejemplo, estar expuesto a sonidos que sobrepasan el nivel de presión acústica recomendado.

Ahora bien, Denia Lafuente ha informado de que hay otras causas que pueden llegar a provocar pérdida auditiva como, por ejemplo, congénitas, hereditarias, genéticas, causas relacionadas con la edad, infecciones de oido, otoesclerosisi, síndrome de Menuère, fármacos ototóxicos perjudiciales para el oido y tapón de cerumen.

Asimismo, y con el objetivo de identificar a tiempo el inicio de la pérdida auditiva, el experto ha comentado que existen una serie de síntomas que deben alertar para acudir al especialista, entre los que destaca la sensación de que las personas de alrededor están hablando entre dientes, dificultades para oír la televisión o se escucha con un volumen demasiado alto, dificultad para oír a alguien cuando llaman por detrás o desde otra habitación o dificultades para comunicarse en un grupo pequeño de personas, por ejemplo, en reuniones.

También pueden alertar de la existencia de problemas auditivos cuando se producen dificultades de comunicación en ambientes ruidosos, como por ejemplo una comida familiar, una fiesta, necesidad de pedir a las personas que repitan lo que dicen, no escuchar el 'tictac' del reloj, el agua corriendo o los pájaros cantando, tener dificultad para oír el timbre de la puerta o el teléfono y tener que leer los labios de las personas que hablan o concentrarse para oír a alguien hablar o susurrar.