A Nik Caner-Medley le antecede su fama. De grandísimo jugador y triunfador en todos sus equipos ACB: Gran Canaria, Cajasol, Estudiantes y Valencia. Pero con su fichaje también llega un jugador con mucho carácter, polémico a ratos, que ha tenido un par de episodios algo «turbios».

El más sonado y conocido por todos los aficionados al baloncesto sucedió en su temporada en Sevilla, en 2009. Después de una fiesta en una discoteca de la ciudad andaluza tras lograr la permanencia, tuvo sus más y sus menos con el africano Michel Diouf, que jugaba en el filial. Caner-Medley acabó en el hospital, con una multa del club y la no renovación de su contrato por ese comportamiento.

Después de este último altercado, el ala-pívot sentó la cabeza y rebajó su fuerte carácter, realizando fantásticas temporadas en Estudiantes -estuvo dos años- y Valencia, este último curso antes de irse al Maccabi.

Pero Nik Caner-Medley tiene también un lado tranquilo, apaciguador y lo demostró en su época universitaria. Hace unos años salió a la luz un vídeo por Youtube en el que el nuevo jugador del Unicaja separó de una pelea en pleno entrenamiento a Steve Blake, que se lió a puñetazos contra John Gilchrist hace ya una década, cuando el ala-pívot militaba en la Universidad de Maryland.

Claro que en aquella época también vivió una mala experiencia. A los 20 años edad, el ala-pívot fue arrestado en Portland por alteración del orden público. «Caner-Medley estaba gritando», dijo el teniente Vern Malloch, en una información de la época publicada por USA Today. «Él se quitó la camisa y amenazó con asaltar a los denunciantes. Sus amigos estaban tratando de detenerlo. Estaba intoxicado e hizo una declaración: «Yo soy de Maryland y nadie me puede vencer». Cosas de jóvenes.