Recibir rehabilitación, operarse de alguna insuficiencia cardíaca o pasar por el quirófano para hacerse algún retoque. Todo ello dentro de un paquete que no deja ningún fleco suelto. Actividades de ocio preparadas durante la estancia para el paciente y sus familiares, un hotel que cubre todas las necesidades exigidas y disfrutar también de la gastronomía y temperaturas de la ciudad. El turismo sanitario asienta las bases en Málaga para convertir el lugar en un destino puntero en este ámbito.

Los gurús del turismo sanitario miran desde hace unos años al sur de la península y ven la ciudad como el lugar idóneo para potenciar este sector que hasta hace relativamente poco tiempo era un auténtico desconocido. Una opción más rentable que el sol y plaza y que mueve en el mundo entero entre 60 y 90 millones de euros al año. Cifras mareantes que algunos países como República Checa, Polonia o la ciudad turca de Estambul ya contribuyen a engrosar desde hace tiempo.

El cirujano cardiovascular Miguel Such, y uno de los cinco creadores de la Fundación Málaga Health asegura que hace décadas, cuando trabajó en EEUU se dio cuenta de que quizá el mejor sitio para recuperarse de alguna enfermedad o dolencia podía ser Málaga. La razón que le hizo plantearse esa cuestión no fue otra que comprobar cómo los mejores centros hospitalarios estaban en Boston o Nueva york pero todos sus compañeros de trabajo iban a operar a Florida. «Trabajaban allí pero muchos operaban en Florida. La gente cuando quiere recuperar la salud le gusta un sitio con buen clima, entonces me di cuenta de que Málaga podía ser el mejor lugar para recuperar la salud».

Un sistema sanitario a la última, la seguridad jurídica que conlleva ser un país europeo y un clima envidiable conforman la carta de presentación para liderar este sector, según Such.

Proyecto con sello malagueño

A principios de 2012 comenzó el proyecto de la fundación que se conformó ante notario en octubre del año pasado. Un oncólogo, un ingeniero de caminos, un abogado y dos cirujanos se aliaron para conseguir que Málaga se posicione como destino turístico sanitario. Lograr que las partes implicadas se ilusionen con esta idea y mantener contactos para posibles sinergias es la función de esta fundación. Conseguir que no solo los centros sanitarios de la ciudad se beneficien de este sistema, sino que los complejos más prestigiosos monten subsedes al sur de España.

Una auténtica cadena de servicios que comienza desde que el paciente de cualquier lugar del mundo coge el avión hasta que regresa al aeropuerto para volver a su tierra.

Hoteles, servicio de traducción, instalaciones sanitarias, actividades de ocio; todo en un mismo paquete y con buenas temperaturas.

Desde un tratamiento de belleza hasta cualquier operación vital. Málaga cuenta con instalaciones y personal adecuado para abordar todo tipo de cuestiones. Sin embargo, Such ofrece algunas pista de por donde podrían venir algunos pacientes.

Cada día, 60 millones de europeos reciben rehabilitación, un nicho de mercado que requiere de tiempo para recuperarse y que valoraría de manera positiva el clima. La oftalmología española también cuenta con bastante prestigio, al igual que el campo de la oncología, odontológico o estética, entre otros. Aquellas personas que quieran tratar sus problemas relacionados con la obesidad también podrían ser pacientes potentes y es que, después de las pertinentes intervenciones, necesitan un periodo largo de recuperación.

Las residencias de personas mayores también son un factor clave a trabajar. «A los rusos les cuesta mucho dinero y aquí podría resultarles rentable. Los holandeses también estarían interesados en esta opción», explica el doctor.

La cuestiones geopolíticas o culturales, atentados o catástrofes naturales intervienen en el mapa del turismo sanitario. Ejemplo de ello es cómo a raíz del atentado del 11-S los árabes han tenido que buscar otro destino tras ver restringida la entrega de visados para EEUU. Tailandia ha sido una de las opciones más valoradas por esta población.

Alguno de los competidores más fuertes dentro de este sector puede ser Turquía que recibe al año un millón y medio de pacientes. Un país en el que destaca Estambul y tiene como sus principales bazas de juego sus bajos precios. Polonia y Hungría e incluso México, donde el beneficio del turismo sanitario ha desbancado ya al turismo tradicional, son otros lugares aventajados que tener en cuenta. Aun así, otros países como Francia o República Checa ya invierten en este sector.

La fundación, que se mantiene con las aportaciones de los socios y fondos por parte del Ayuntamiento de Málaga, recuerda que si se sabe gestionar bien la idea en cuestión de pocos años se puede posicionar como uno de los grandes referentes a nivel mundial. «Cuando explico nuestra situación dentro de este sector pongo de ejemplo el hotel Pez Espada, el primero de cinco estrellas que se creó y que estaba rodeado de campo. En el turismo sanitario a día de hoy estamos igual», resume el doctor.

Plan empresarial a la cabeza

Hace casi cuatro años se creó Tourism & Health Spain, un grupo empresarial que aglutina las patronales mayoritarias de cada sector implicado a nivel nacional para gestionar el crecimiento y posicionamiento de Málaga como destino sanitario. Una opción que no solo ve viable el presidente de la asociación de clínicas privadas de Málaga, Jesús Burgos, sino que confía en que se convierta en referente europeo a medio plazo.

La promoción en la Feria Internacional de Turismo en Madrid (Fitur) se posiciona como una fecha clave dentro del plan estratégico trazado. El pistoletazo de salida de este grupo empresarial, que cuenta con el reconocimiento nacional e internacional y el respaldo de la marca España.

A partir del segundo trimestre de 2014, se espera que comience la llegada masiva de pacientes aunque algunos casos concretos ya empiezan a ser una realidad.

Los estudios de mercados realizados hasta ahora ven que los ciudadanos de Rusia, Reino Unido, Magreb, Oriente Medio y Alemania pueden ser potenciales pacientes. Las conexiones aéreas, el clima y el renombre de la Costa del Sol juegan un papel fundamental para captar a estos pacientes, según Jesús Burgos.

Un todo en uno interconectado para dar las máximas comodidades a los pacientes. «Si un paciente se ha operado de algún problema de rodilla le aconsejaremos que no haga el Caminito del Rey. Le propondremos otra actividad o quizá deba hacer algo que vaya acompañado de algún enfermero», resume Burgos.

Otra de las iniciativas surgidas para trabajar en este campo es el club Med & Beauty Costa del Sol. Una marca que engloba a clínicas, spass, hoteles de alta categoría o centros de belleza y ofrecen paquetes conjuntos. Desde el tratamiento que desea recibir el paciente, hasta el hotel e incluso actividades de ocio. Se trata de un iniciativa enfocada al turismo sanitario pero que solo trabaja en los municipios de la Costa del Sol.